Se salvó de casualidad. Una mujer de 80 años cayó en la trampa de secuestradores que amenazaban con golpear a su hija a quién tenían supuestamente raptada, si no dejaba dinero y joyas en la puerta de su casa, ubicada en Rivarola al 1500 de la localidad de Funes. Una conocida de la mujer se dio cuenta de la jugada, se comunicó con la hija de la víctima y desbarató el falso secuestro.

Cuando atendió el teléfono, la mujer describe que escuchó gritos y llantos que provenían supuestamente “de su hija”. Los secuestradores le ordenaron que deje una bolsa con dinero y joyas en la puerta de la vivienda, acto que  la víctima cumplió al pie de la letra.

Por suerte, una amiga de la señora logró comunicarse con la presunta raptada, recogió la bolsa que estaba en el ingreso de la vivienda, y con ello, truncó la operación de los delincuentes.

Interviene en el caso la seccional 23ª, por cuestiones de jurisdicción.