Un violento asalto en la madrugada del domingo sorprendió a un matrimonio de jubilados cuando un sujeto armado asfixió al hombre y le disparó. El ladrón había ingresado a la casa de la pareja en la localidad bonaerense de San Antonio de Padua. Al hombre le apretaron el cuello y se defendió como pudo y en el forcejeo salió un disparo, pero afortunadamente la bala solo rozó en la cabea de la víctima y el delilncuente huyó.

El terror se apoderó de la pareja, que luego pudo contar a medios locales la pesadilla que vivieron por un momento que resultó eterno: «Recuerdo retazos. Me despierto con los gritos de mi esposa. Era de madrugada, la luz apagada y una figura encima mío que me tenía agarrado del cuello y me apuntaba con una pistola en la cabeza. Forcejeo por instinto. Cuando le tomo la muñeca, ahí suena el disparo. Por suerte me rozó», contó Jorge, todavía conmocionado. Y agregó: «Ya no puedo dormir en mi propia casa», se lamentó.

Victoria, su mujer, también recuerda cada momento que vivieron: «Ya no puedo dormir en mi propia casa. Es nuestra casa de toda la vida. Tenemos mucho por hacer todavía, pero creo que acá se terminó. Tengo miedo. No puedo cerrar los ojos porque siento que esta persona me está asfixiando. Veo a mi esposo envuelto en sangre y es una visión que me perturba y no me deja descansar. No sé cómo va a seguir la vida ahora».

«Esto es un barrio tranquilo, normal, Padua, pero esto pertenece a Merlo y es tierra de nadie. Así y todo hemos tenido mucha suerte porque la policía estuvo enseguida. Desde el municipio nos han estado sosteniendo. No sabemos por cuánto tiempo vamos a tener este trauma», expresó con una profunda angustia la mujer.

Luego del disparo, Jorge salió corriendo detrás del ladrón: «Mi esposa estaba a los gritos, y quizás eso lo asustó y huyó. Perseguirlo fue muy arriesgado pero no lo pensé».

El hombre reconoció que volvió a nacer: «Ahora cumplo años dos veces, pero no se lo deseo a nadie. Va a ser muy diofícil sacarme esas inágenes. Eran sombras, no dijo ni una sola palabra. No pidió nada».

Sobre el hecho dijo que «habíamos vuelto hace un día y medio de viaje y a lo mejor pensaron que la casa seguía desocupada. Y se encontraron con nosotros descansando», supuso Jorge.