Dos inspectores de la empresa Litoral Gas declararon este lunes en el marco del juicio oral y público por la explosión del edificio ubicado en calle Salta 2141, ocurrido el 6 de agosto de 2013, en el que murieron 22 personas.

Los inspectores, Guillermo Oller y Luis Curaba -imputados como parte de una cadena de errores- señalaron como responsable de la explosión al gasista particular Carlos García, que fue quien intentó arreglar el regulador del edificio momentos antes de la tragedia.

Los dos inspectores coincidieron en que García intentó reparar el regulador de gas pero no puso en conocimiento a la empresa sobre el trabajo que iba a realizar el 6 de agosto.

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Oller y Curaba además declararon que no estuvieron presentes en el lugar el día de la explosión pero sin embargo, estuvieron en el lugar días previos a la tragedia para rehabilitar el servicio de gas.
Ambos inspectores ofrecieron voluntariamente su testimonio sin aceptar preguntas de ninguna de las partes.

Repaso de los hechos

El 24 de julio de 2013 una vecina de Salta 2141 denunció ante Litoral Gas la falta de presión en su vivienda. Al otro día, Gerardo Bolaño -reclamista de la empresa- inspeccionó el edificio y encontró fugas de gas. Ante esta situación pidió autorización para cortar el suministro en todos los departamentos hasta que un profesional arregle la falla.

El viernes 26 de julio el gasista José Allala se hizo presente en el lugar solucionar el problema de las fugas y en horas de la noche los inspectores Oller y Curaba realizaron la inspección y aprobación para reestablecer el servicio de gas en el edificio.

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Defensa del gasista Carlos García

Durante la segunda jornada del juicio, los primeros días de mayo, el abogado defensor de Carlos García, Hugo Bufarini anunció que Litoral Gas intentaría responsabilizar de los hechos al gasista y a su ayudante, Pablo Miño.

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Según la teoría defensiva, García se encontraba en el lugar y el momento equivocado porque ese edificio era viejo, de mas de 30 años de antigüedad, pero no era solo ese el problema sino las instalaciones de gas que no tuvieron mantenimiento en los días y meses anteriores. Todas esas deficiencias quedaron expuestas a partir del 24 de julio de 2013, cuando la vecina Mariela Bozzo realizó el reclamo a Litoral Gas.

Para desligar la responsabilidad de su defendido, Bufarini describió la postura de la empresa luego de la tragedia, ante cualquier mínimo reclamo, la empresa extremó las medidas, con cortes del servicio que se prolongan por meses hasta que se resuelva hasta el más ínfimo desperfecto tanto en la red como en los artefactos. Bufarini sintetizó que falló una cadena de negligencias que tienen que ver con los controles, y de esa cadena García no es un eslabón

Por su parte, los defensores del gasista José Luis Allala, los abogados Andrada y Calenta, solicitaron la absolución del gasista por considerar que no tuvo participación en los hechos que desencadenaron la tragedia.