El ministro de Seguridad, Marcelo Sain, estuvo presente en el día de ayer en el Centro de Justicia Penal de Rosario, durante las cuatro horas que duró la primera etapa de la audiencia imputativa contra cinco personas acusadas de conformar una banda que se dedica a las extorsiones mafiosas y el juego clandestino y también de haber perpetrado el crimen del Casino City Center.

Al salir, el funcionario manifestó que «quería estar presente” para “acompañar y darle todo el apoyo a la investigación de la Agencia de Investigación Criminal y la Agencia de Control Policial del ministerio, y en especial a los tres fiscales, por la seriedad y profesionalidad con que la están llevando adelante”.

“Nosotros (junto al gobernador Omar Perotti) vamos a ir a fondo, hay un compromiso muy grande del gobierno provincial, mi presencia es un claro mensaje institucional de respaldo a fiscales que no se quedan en la chiquita, cuando muchos en esta provincia y en especial en esta ciudad (Rosario), nunca van al segundo o tercer escalón. Este gobierno va a respaldar todo tipo de iniciativa penal que vaya a esos niveles, donde verdaderamente existe el crimen de poder. Necesitamos ventilar en Santa Fe”, amplió el funcionario este viernes, en declaraciones radiales a LT8, respecto a lo acontecido en el edificio judicial ubicado en barrio Hospitales.

Este jueves los tres fiscales acusaron a cinco personas (otras seis se mantienen prófugas) de conformar una asociación ilícita basada en la extorsión, entre ellos al policía retirado Alejandro Torrisi, Maximiliano Cachete Díaz (preso por planificar el crimen en el casino)  y Otniel De León (preso por matar al ex PDI, Cristian Ibarra y acusado ahora por se el ejecutor del crimen de Enrique Encino), entre otros.

En diálogo con el programa Trascendental que conduce José Maggi, el titular de la cartera de la Seguridad provincial consideró que en este caso se está hablando “de una organización muy relevante”, no referida a sector de lo que se llama Los Monos “sino abocada aparentemente explotación del juego clandestino”.

“Ayer se empezó a vislumbrar la posibilidad de que este sector se haya quedado con este negocio a través de la extorsión y con ex policías que lideraban estos emprendimientos. Todo indicaría que es probable que esto sea así y que en este juego de extorsiones le hayan abierto la mano a este juego legal e ilegal. Estamos frente a un problema enorme”, añadió.

Puntualmente sobre el aparato delictual que rodea al juego clandestino, Sain sostuvo que “la proliferación” de esta actividad “a partir de lo electrónico es algo que se viene viendo en últimos diez años en toda Argentina” pero que a la par “es global”.

“Es un recambio enorme, antes era paño verde y carreras de caballo clandestinas y hoy estamos en juego electrónico. En eso estamos prestando atención. Lo novedoso y observado ayer es que un grupo abocado a criminalidad más compleja, Los Monos o un sector de Los Monos, dedicado a extorsiones violentas, protagonistas de gran parte de las balaceras del último tiempo en Rosario, empezó a incursionar en este tipo de negocios. Lo sorprendente es como en realidad algo que históricamente era manejado por sectores del mundo privado con en alianza con policía -aun en mercado ilegal- ahora abren al sector violento que tiene manos manchadas de sangre. Los Monos avanzan por todo, hasta inclusive por negocios que eran manejados por la policía”, se explayó el funcionario.

Algunas de las definiciones más relevantes del ministro respecto a otros temas:

Basura debajo de la alfombra

“Este es un lugar donde les gusta meter basura abajo alfombra, este gobierno está comprometido en sacarla. Acá todo el mundo mira para el costado. Cuando se matan morochos en la periferia está todo admitido, algunas quejas, te enrostran el número de homicidios pero ahora que hay una decisión político institucional y de un sector reducido del MPA en ir para adelante ventilando este tipo de criminalidad y poder, porque hablamos ya de delitos institucionales, un fiscal con lazos estrechos con esta criminalidad que fue mostrada ayer. Me parece que da cuenta de situación extremadamente grave. Ayer alguien de Fiscalía, y por esto digo que les gusta esconder la basura, había dichos de pasillo diciendo que ‘este tipo de comentarios desprestigia al MPA’. No es así, se desprestigiara porque hay fiscales infieles o aliados del mundo criminal o que no hacen lo que tienen que hacer. Eso es anti republicano, tenemos que sacar la basura y ponerla arriba de la mesa”.

Juicio político a juez federal

“Estamos avanzando en la elaboración del pedido del juicio político, mantengo firmemente estos dichos. Y esto es importante destacarlo: en Santa Fe algunos fiscales del sistema provincial son un gran ejemplo en Argentina de investigación de redes criminales complejas, caso Alvarado, caso Ungaro. Si te fijas bien y tenes perspectiva nacional, son muy pocos los casos en que la justicia avanzó.  En Buenos Aires, que hay un mercado muy prolífico de cocaína, no hay investigaciones que desbaraten redes criminales. Santa fe es un gran ejemplo. Muchas provincias ponen excusas, de que no está desfederalizada la competencia de ley de estupefacientes. Hemos demostrado que es un error, cuando se quiere se puede, gran parte de estas organizaciones que no fueron vistas por la justicia federal, fueron perseguidas por justicia provincial a partir de la investigación de delitos voluntarios, con este gobierno provincial pero también incluso en la última etapa del gobierno anterior. Hubo compromiso y tenemos que continuar pero no puede ser que digamos, que haya comentarios de pasillo desmereciendo este conjunto de investigaciones, tenemos que tener atrevimiento en Santa Fe de ir para adelante. Acá el crimen tiene protección estatal y tenemos romper ese conjunto de pactos históricos entre sectores de la política que han hecho la vista gorda y protegido, junto a justicia y policía.”

Crimen de Eduardo Trasante

“No hay ninguna evidencia de que se haya tratado de un asesinato político, ninguna evidencia técnica, en lo que es la investigación del caso. Es importante señalar que a la persona a la que se sospecha (detenida) se le requisó en dos oportunidades el lugar de detención y siempre consigue romper el teléfono, parece sospechoso. La mayoría de asesinatos que hemos sufrido han sido ordenados desde adentro. Hoy gran parte de las cárceles provinciales son oficinas de trabajo de líderes violentos. Es una deuda pendiente entre nosotros trabajar seriamente esto”.