Inseguridad y tristeza en barrio Santa Lucía. Es que este domingo a la madrugada delincuentes robaron y provocaron destrozos en la escuela Nº 1396, a la que asisten 250 niños a la primaria y 120 al jardín.

“Destrozaron toda la parte de la dirección, donde hay más cosas de valor, porque constantemente sufrimos destrozos en los salones pero la dirección es un lugar que aparentemente estaba seguro, pero no”, lamentó Andrea Romero, asistente escolar que trabaja en el comedor de la escuela, en diálogo con Conclusión.

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Los ladrones se llevaron microhondas, computadoras, equipos de música, parlantes. También rompieron puertas y ventanas. “Sentimos que esto es producto de haber dejado la escuela a la deriva. Para entrar parece que sacaron una reja que estaba atada con alambre”, dijo a modo de ejemplo y agregó: “Es producto de la desidia, de haber dejado la escuela a la suerte, sin seguridad”.

En ese sentido, Romero contó que han entrado muchas veces a la escuela y han realizado destrozos en los salones, dejando los armarios todos rotos, por lo que consideró que “cuando no se toman cartas en el asunto el problema avanza y pasan estas cosas”.

“Desde hace tiempo reclamamos seguridad porque con la obra a mitad de hacer, sin las aberturas puestas, teníamos miedo que desvalijen la escuela y finalmente fue lo que pasó”, reflexionó indignada.

La escuela estaba en obra -dependiente de Nación- desde hace dos años, con la promesa de construir cinco salones, los baños y el patio, entre otros detalles. Sin embargo, hace cuatro meses las obras están paradas y hace dos semanas la empresa a cargo se retiró definitivamente de las instalaciones.

“Aparentemente ahora se va a hacer cargo la Provincia, pero los tiempos administrativos no son los mismos que los tiempos de los chicos, y las necesidades que pasamos. Cuando estaba la obra en marcha teníamos un sereno, que cuidaba de noche y los fines de semana, ahora no hay nadie”, dijo Romero contundente.

Además la escuela cuenta con un comedor que funciona todo el año, independientemente del ciclo lectivo que seguirá funcionando ya que la cocina no ha sido dañada. “Siempre los chicos tienen prioridad, así que la comida la vamos a seguir dando”, cerró Romero.