El juez de instrucción Juan Ramos Padilla procesó a siete periodistas, entre ellos Luis Ventura, y a dos policías, por la venta y publicación de las fotos de la modelo Jazmín De Grazia cuando apareció muerta en su departamento.

El magistrado los procesó por el delito de «encubrimiento calificado con ánimo de lucro».

Además de Ventura, fueron procesados su hermano Carlos Alberto, Ricardo Fioravanti, Matías Kaplan, Emilio Balcarce, Iván Schneider Mansilla y Hugo Ferrer.

El juez les trabó a todos un embargo sobre sus bienes por un millón de pesos.

También fueron procesadas las policías María Silvina García, subinspectora de la División Fotografía Policial, y la cabo Silvia Susana Bustamante.

De acuerdo con el juez, los uniformados «aprovecharon sus cargos y funciones para sustraerlas con la finalidad de posteriormente venderlas a cambio de un importe dinerario, que según consta de las pruebas analizadas rondaría la suma de 20 mil pesos».

En el fallo, se destaca que «no se difundieron imágenes que podrían denominarse comunes sino, por el contrario, se publicaron fotografías que podrían ser consideradas morbosas, de mal gusto, repudiables, innecesarias, y que claramente afectaron el ámbito privado e íntimo al no respetarse a la víctima ni a su familia, máxime cuando el hecho ocurrió en el interior de su vivienda particular».

Sobre la actuación de los periodistas, «se les reprocha el haber participado en la adquisición -previa compra por un importe dinerario- de las fotografías sustraídas, a sabiendas de ello y con ánimo de lucro».

Entre los fundamentos del procesamiento, el juez citó al Código de Ética del Foro de Periodismo Argentino (Fopea), «que cuestiona este tipo de publicaciones».

Se trata de las fotos de la modelo cuando apareció muerta en la bañera de su departamento de Recoleta.

Las fotos fueron publicadas en el diario Crónica, en la edición del 10 de febrero de 2012, pocos días después de ocurrido el deceso.