Un hombre de 41 años cuyas iniciales son RAP quedó en prisión preventiva sin plazos en el marco de la investigación por el femicidio de Lorena Antivero (39 años) cometido en julio del año pasado. Así lo resolvió el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Alejandro Mognaschi, a raíz del pedido formulado por el fiscal Martín Castellano en una audiencia de medidas cautelares realizada esta mañana en los tribunales rafaelinos.

El funcionario del MPA –quien está a cargo de la Sección de Criminalidad Económica y Compleja de la Fiscalía Regional de Rafaela– le atribuyó al imputado la autoría del delito de homicidio doloso doblemente calificado (por el vínculo existente entre autor y víctima –relación de pareja– y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer y mediare violencia de género).

Asimismo, Castellano imputó a RAP como autor de los delitos de amenazas coactivas; lesiones leves dolosas calificadas (por haber sido cometidos por un hombre contra una mujer y mediare violencia de género) en concurso real con amenazas simples. De acuerdo a la atribución realizada por el fiscal, todos los hechos concurren de modo real.

Menoscabo y desprecio

El homicidio que investiga el fiscal Castellano fue cometido minutos después de las 13:00 del lunes 10 de julio de 2017, en la casa en la que vivía Lorena Antivero en la ciudad de Rafaela. «La muerte de la víctima a manos del imputado se produjo por asfixia. RAP actuó con pleno conocimiento y voluntad respecto de sus actos y resultados ejerciendo la compresión en el cuello de la víctima, y lo hizo con un elemento idóneo», detalló el fiscal en la audiencia. «La víctima también recibió tres golpes en su cabeza que, en forma asociada a la asfixia, le provocaron la muerte”, agregó.

El funcionario del MPA también explicó que «la situación de violencia extrema sufrida por la víctima el 10 de julio del año pasado no se trató de un acto aislado. Fue el corolario de distintos episodios de violencia de género previos que desplegó el imputado. De hecho, había dos denuncias previas, a raíz de las cuales se había dispuesto una orden judicial de restricción del imputado hacia la víctima”. En tal sentido, Castellano agregó que “hubo un sometimiento y maltrato constante hacia Antivero, y un permanente menoscabo y desprecio a la dignidad de la víctima como mujer».