La Justicia condenó a la pena de prisión perpetua a Yamil Juan López por el femicidio de su ex pareja Marisol Giraldi, ocurrido el 17 de octubre de 2018. La víctima de 23 años fue brutalmente golpeada y luego de rociarla con thinner el asesino la prendió fuego provocando heridas tan severas en su cuerpo que causaron la muerte luego de dos días de agonía.

El tribunal integrado por los jueces Pablo Pinto, Patricia Bilotta y Nicolás Vico Gimena resolvió condenar a la pena de prisión perpetua al Yamil Juan López de 31 años, por el femicidio de la joven de 23 años que era madre de tres hijos.

Los magistrados resolvieron por unanimidad la condena de López por el delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género.

El hecho ocurrió el 17 de octubre de 2018 alrededor de las 23, en la casa en la que compartían ubicada en Pedriel al 2100. Durante las audiencias de juicio las declaraciones de los testigos permitieron a los jueces dar cuenta de la violencia a la que la víctima era sometida y por los cuales debió acudir al hospital en dos ocasiones durante los pocos meses que duró la relación.

Familiares y amigas de Marisol contaron cómo él la manipulaba y había cambiado su personalidad. Incluso una anterior pareja de Yamil se presentó para declarar que ella también había sufrido violencia de su parte, llegando a recibir un disparo en la vagina, hecho por el cual, siendo menor de edad, lo condenaron a dos años de prisión condicional.

Finalizado el debate los fiscales a cargo de la investigación brindaron una conferencia de prensa en las afueras del Centro de Justicia Penal donde también se encontraban familiares y allegados de la víctima quienes estuvieron conformes con la resolución del tribunal y el trabajo de la Fiscales.

El fiscal Ademar Bianchini indicó que entre los testigos del juicio declaró “una noviecita de la adolescencia” de López, quien relató que “había tenido un incidente de violencia de género en el que había sido víctima de un disparo provocado por este hombre, en ese entonces menor de edad y por el cual había resultado condenado en el juzgado de menores”.

En cuanto a la mecánica del hecho, Bianchini señalo que “según las pericias hubo dos momentos en los que se produce el arrojamiento del thinner y por el patrón que deja es imposible que haya sido auto infligida”.

El fiscal agregó que se pudieron constatar lesiones y maltratos anteriores “mediante testimonios aportados por algunas amigas y familiares respecto de marcas y señales en el cuerpo como consecuencia de violencia y documentado a través de varios ingresos a diversos efectores de salud pública”.

Por su parte la fiscal Viviana O’ Connel, manifestó que “esto sirva para que quienes están cerca de la víctima sepan que éstas no pueden pedir ayuda y ante las primeras señales de aislamiento o golpes, trate de procurarle ayuda porque a veces pasa como en este caso, se aíslan y después es demasiado tarde”.

“Una de las cosas que surgieron en este caso, muy claramente fueron todos los indicadores de violencia de género, y uno es precisamente el aislamiento, de la familia de los amigos no dice lo que le está pasando y cuando se encuentran después de sucedido el hecho se dan cuenta que existían esos indicadores que alguien sabia parte de la historia y otro otra parte de la historia pero ya después es tarde», detalló la funcionaria judicial.

Y además remarcó que «es importante que estos casos sirvan para detectar estas alertas y que las mujeres que sufren violencia de genero sepan que el primer golpe no va a ser el último y que generalmente después viene todo lo demás y cada vez es peor”.