Dos mujeres detenidas el último fin de semana en los 84 allanamientos realizados por fuerzas federales y locales en Rosario fueron imputadas este martes por integrar una asociación ilícita liderada por el jefe de “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero, quien según los investigadores ordenaba actos extorsivos y organizaba la venta de estupefacientes desde la cárcel.

Cantero, que la semana pasada fue condenado por séptima vez en una causa por balaceras a domicilios de magistrados y edificios judiciales, suma ahora una nueva investigación ante la presunción de “obtener dinero de forma ilícita mediante el uso de la violencia”.

Verónica Gabriela A. y Brisa Ayelén L. fueron imputadas este martes con prisión preventiva por 90 días como miembros de una asociación ilícita liderada por “Guille” Cantero desde la prisión y organizada por Leandro “Gordo” Vilches –lugarteniente de “Los Monos”-, quien también cumple una condena con privación de la libertad.

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Los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos señalaron que las dos jóvenes participan de una asociación ilícita desde al menos marzo de 2020, cuyo fin son las extorsiones a comerciantes mediante el uso de la violencia y las balaceras, y la venta de estupefacientes al menudeo.

De acuerdo a la acusación, “la asociación se estructura bajo la modalidad de células autónomas que operan independientemente, colaborando con un mismo fin común”.

Así, “el grupo de personas con los que las imputadas se relacionan para cometer delitos es el que se ubica territorialmente en Villa Gobernador Gálvez”, integrado por dos personas que responden a Vilches y a Rodrigo Nicolás B., quienes a la vez “reportan a su jefe” Cantero.

Según la investigación, las mujeres están involucradas en las extorsiones que entre el 1 de julio y el 7 de septiembre pasado sufrieron los integrantes de una familia de comerciantes de Villa Gobernador Gálvez, a quienes los miembros de la banda les dejaron en ocho ocasiones carteles en las viviendas y negocios para que se comunicaran “con la mafia” y pagaran un canon por “seguridad”.

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Además, en cuatro casos “diferentes miembros de la banda efectuaron disparos en frente de locales comerciales de dicha familia” en julio y septiembre pasados y ya hay dos imputados por estos hechos.

En ese contexto, Brisa L. habría ofrecido su vivienda a miembros de la banda para que se concentren y organicen previo a cometer una balacera el 30 de septiembre.

Mientras que Gabriela A. fue acusada de fraccionar y vender drogas en su domicilio y “cuando se generaban deudas por estas ventas, la misma se encargaba del cobro violento amenazando a los morosos, infundiendo temor y efectuándoles amenazas”.

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Para los fiscales, si las amenazas no resultaban “se procedía a disparar contra los frentes de los domicilios de las víctimas”.

Las dos jóvenes fueron detenidas el sábado pasado tras 84 allanamientos realizados por fuerzas federales y provinciales en un operativo conjunto entre fiscalías de ambas jurisdicciones, vinculados a una investigación sobre violencia narcocriminal en Rosario y la región.

En esa causa se investiga la rivalidad expresada en violencia altamente lesiva entre terceras líneas de la banda “Los Monos” y la liderada, también desde la cárcel, por Esteban Alvarado.

Por su parte, la jueza María Álvarez tuvo por formalizada la audiencia imputativa y dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de 90 días para las dos acusadas.