La cantidad de homicidios durante marzo se redujo en el departamento Rosario a 17 casos, diez menos que el pico registrado en febrero, según los reportes oficiales, y las autoridades vinculadas a la Seguridad señalaron que la merma no sólo está vinculada al aislamiento preventivo decretado por el Gobierno Nacional por el coronavirus sino también por la finalización de las vacaciones.

Según las cifras del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, en marzo hubo 17 asesinatos en el departamento Rosario, que incluye las localidades satélites de la principal ciudad del distrito, donde residen más de 1.300.000 personas.

En febrero, los registros de homicidios dolosos habían trepado a 27, muchos de ellos vinculados al narcotráfico, y en enero alcanzaron las 22 víctimas, muy por encima de los mismos meses del año anterior.

Las peleas entre bandas del narcomenudeo y los conflictos interpersonales resueltos mediante el uso de la violencia letal pusieron a Rosario en la escena nacional los dos primeros meses del año, cuando se acumularon 49 asesinatos, a un promedio de un crimen cada 29 horas.

“La disminución de los homicidios entre bandas se debe a la reducción de la actividad general en el espacio público por la restricción de circulación”, dijo un vocero del Ministerio de Seguridad sobre la caída de asesinatos en marzo.

“Es una consecuencia de la des-territorialización de las actividades ilegales que generan los enfrentamientos entre clanes”, añadió, para completar que “al desaparecer la circulación de personas de clase media hacia los barrios, la provisión de drogas de síntesis en fiestas electrónicas, y reducirse también el ‘delivery’ a través de taxis, la logística del consumo de estupefacientes sufre adaptaciones”.

En esa línea, la fuente de Seguridad indicó que esas adaptaciones consistan “probablemente al delivery por otros medios de transporte, como motos delivery y bicicletas”.

De acuerdo a los registros públicos, en marzo de 2018 se registraron 17 asesinatos, mientras que en el mismo mes de 2019, fueron 21.

Algunos de ellos con características que los hicieron trascender las fronteras locales, como el triple crimen de una pareja de jóvenes de 21 años y su beba de un año y medio, vinculados familiarmente a un hombre procesado por venta de drogas, Miguel “Caracú” Albornoz.

También tuvo amplia repercusión, por su ferocidad, el crimen de Martín Sebastían Berton (35), un hombre con antecedentes penales acribillado en su auto de más de 40 disparos, que era hijo de la presidenta del Partido Justicialista de la localidad de Villa Gobernador Gálvez.

Otro caso destacado que se inscribe en la saga de venganzas narco en Rosario ocurrió el 19 de marzo cuando fue asesinado de varios balazos Rodrigo Carlos Sánchez (44), considerado por la Policía como “el jefe de los sicarios” de Esteban Alvarado, un ex ladrón de autos detenido por homicidio, asociación ilícita e investigado por narcotráfico.

Para el ministerio de Seguridad santafesino, la caída de los asesinatos en marzo también posee un factor estacional.

“Por una parte, la inflación de homicidios de enero y febrero se debió a la combinación de vacaciones, que extienden el tiempo de exposición de las personas en la calle en barrios con mayor presencia de bandas de la comercialización de drogas para consumo”, explicó una fuente de la cartera consultada por esta agencia. Y, por otra, «a la seguidilla de venganzas entre clanes”, acotó.

Medidos en términos trimestrales, los homicidios acumulados en los tres primeros meses de 2020 en Rosario fueron 66, lo cual supera a los 43 reportados el año pasado y a los 53 ocurridos en 2018.