Joel Nicolás Bello tenía 19 años. La noche del viernes 18 de julio de 2019 manejaba su moto Honda Wave con su novia como acompañante cuando un objeto contundente impactó contra su cabeza y lo derribó. Lo que dió contra su cráneo fue una piedrazo que perforó el casco y le provocó una herida fatal que le causaría la muerte tras algunos días de agonía. Mientras el joven yacía en el piso y su novia gritaba por ayuda, el agresor corrió, se subió a la moto de su víctima y se dio a la fuga. Por ese crimen, comenzó este lunes el proceso oral en el que será juzgado y durante el cual los magistrados deberán decidir si lo condenarán a cadena perpetua.

Cuando ocurrio el ataque, Joel transitaba por la zona noroeste de la ciudad y estaba a punto de cruzar el puente de avenida Sorrento, a la altura de Cullen. Fue en ese momento cuando Jonatan Ezequiel Z. disparó el adoquín, con tal fuerza que noqueó al motociclista, provocándoles un severo traumatismo encéfalo craneal. En medio de la conmoción y los gritos de la novia de la víctima, el imputado logró darse a la fuga con la moto. Al día siguiente, con ese mismo rodado, protagonizó un siniestro vial en inmediaciones de Entre Ríos y Catamarca y la policía logró dar con él días después, mientras permanecía internado.

Este lunes, en la sala 7 del Centro de Justicia Penal, bajo la mirada de los jueces Hernán Postma, Pablo Pinto y Rodolfo Zvala, el fiscal Gastón Ávila acusó a Jonatan Ezequiel Z. de homicidio criminis causa, es decir, de haber matado para concretar el robo de la moto, y pidió a los magistrados que lo condenen a prisión perpetua.

Por su parte, la defensora pública, Andrea Sirgausa argumentó que las pruebas que posee la Fiscalía no permitirán al Tribunal alcanzar certezas para determinar la culpabilidad de su pupilo y pidió su absolución. La defensora señaló que la acusación se basa en el resultado positivo de una rueda de reconocimiento, pero que fue realizada por una persona que previamente había señalado a otros tres sospechosos como responsables del crimen.