«Acéptese la renuncia presentada por el doctor Patricio Serjal Benincasa al desempeño del cargo de Fiscal Regional de la Segunda Circunscripción Judicial del Ministerio Público de la Acusación y a todo otro cargo que pudiera pretender dentro del Poder Judicial”. Con estas líneas, el decreto Nº745 firmado por el gobernador Omar Perotti no sólo confirma la aceptación de la renuncia al cargo de Serjal a fiscal regional de Rosario, sino que dispuso la desvinculación de cualquier otro cargo en el Poder Judicial aún antes de que el ahora ex funcionario renunciase a su cargo de fiscal de grado. La resolución deja asentada, además, la imposibilidad de volver a ocupar cualquier otro cargo en el Poder Judicial.
La caída en desgracia del ex fiscal regional de Rosario comenzó a fines de la semana pasada, en el marco de la investigación a una asociación ilícita que se dedicaba al juego clandestino y las extorsiones. Su nombre, así como el del fiscal Gustavo Ponce Asahad, surgió en las declaraciones de un arrepentido que detalló como ambos funcionarios le otorgaban información y protección judicial a cambio de jugosas sumas de dinero que pagaba mensualmente. Sin embargo, el nombre de Patricio Serjal Benincasa no es la primera vez que se encuentra comprometido en un manejo turbio. A fines de 2019 fue protagonista de otro escándalo que ponía en duda su reputación, tras la compara de dos vehículos, por valor de tres millones de pesos, al dueño de la concesionaria «Auto Rosario» de la marca Toyota, a quien había beneficiado con el archivo de la causa que lo investigaba por fraude y administración infiel.
Sin embargo y a pesar de la protestas de varios legisladores, el fiscal evadió el pedido de suspensión preventiva.
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Pero esta vez la cosa se complicó más de la cuenta para el funcionario. Tan es así que el decreto firmado por el titular del Ejecutivo provincial considera que «las razones invocadas por el renunciante tendrían su origen en la investigación sobre hechos de corrupción que se está realizando dentro de la Segunda Circunscripción del Ministerio Público de la Acusación, donde Serjal Benincasa ocupaba el cargo de máxima jerarquía» y que «tales circunstancias no pueden ser fundamento exclusivo para aceptar la renuncia al cargo de Fiscal Regional, sino que tienen efectos expansivos a los otros cargos que dentro del Poder Judicial podría estar pretendiendo ser designado el ahora renunciante».
«Debe señalarse que el ordenamiento jurídico sujetó la garantía de mantenimiento del cargo presupuestario de los Fiscales Regionales a la condición de que los beneficiarios cumplieran de modo regular las delicadas y trascendentes funciones para las que fueron designados durante el tiempo establecido para sus mandatos, por lo que la renuncia anticipada al cargo antes mencionado sumado a las razones que motivaron la misma, Ileva como consecuencia necesaria la pérdida de dicha garantía y el cese del peticionante en todos sus cargos en el Poder Judicial».
El texto explicita que de la carta de renuncia presentada por Serjal Benincasa surge la «pretensión» de «seguir pertenenciendo al Ministerio Público de la Acusación y, en definitiva al Poder Judicial». «Ello es así en virtud que expresa tetualmente «espero poder servir a mi sucesor en aquellas tareas que me sean encomendadas».
«Seguramente- afirma el decreto- la pretensión esgrimida por el renunciante fiene su fundamento jurídico en la ley que permite que al finalizar su mandato como Fiscal Regional se lo designe como fiscal en el distrito judicial en el que restaba sus funciones».
En ese sentido, la norma corta de cuajo la carrera judicial de Patricio Serjal ya que, a partir de la publicación de la misma, el ahora ex funcionario no podrá ocupar más cargos dentro del poder que administra justicia.
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