Este mediodía un gran despliegue policial que culminó en una tradicional esquina, en el corazón de barrio Fisherton, sorprendió a propios y extraños. Es que varios móviles policiales llegaron al lugar cuando seguían el rastro del GPS de un vehículo robado. Las primeras informaciones dieron cuenta de que se hallaron varios chalecos policiales y hay tres demorados.

El procedimiento tuvo lugar alrededor de las 13, cuando nueve camionetas de la policía llegaron a Brassey y Sánchez de Loria, tradicional esquina en la que está emplazada una lujosa casa que ostenta un cartel de venta en su entrada. Los efectivos policiales llegaron allí cuando rastreaban un Chevrolet modelo Cruze que fue robado en las últimas horas. El sistema satelital del mismo lo ubicó en esa zona y a partir de allí se concretó el operativo.

Al llegar al lugar los uniformados se encontraron con el portón abierto y pudieron divisar el vehículo buscado al interior de la vivienda, por lo cual irrumpieron en la propiedad. Una vez adentro encontraron otra camioneta que también era robada y a tres hombres, uno de los cuales, tenía una pulsera electrónica y se encontraba en prisión domiciliaria por una causa en la Justicia Federal. En la propiedad también se hallaron varios chalecos policiales.

Desde el Ministerio Público de la Acusación confirmaron que el procedimiento era por la «búsqueda de un auto robado» pero negaron que tenga conexiones con la causa por juego clandestino. Los voceros del MPA señalaron que no había previstos allanamientos en la zona y que se trató de un operativo policial. Y agregaron que las actuaciones se enviarán a la unidad de Flagrancia para determinar la situación procesal de las tres personas demoradas.