Finalmente, luego del anuncio realizado sobre fines de mayo, este martes se oficializó el nombramiento de Emilce Marcela Chimenti como subjefa de la Policía de Santa Fe a través del decreto 0510/2020.

El decreto, que lleva las firmas del ministro de Seguridad santafesino, Marcelo Saín y del gobernador Omar Perotti deja sin efecto la designación en ese cargo a Martín Javier Musuruana y ordena el ascenso de Chimenti quien, tan solo cinco meses atrás había sido designada a cargo de la Unidad Regional IV, departamento Casilda.

Con su nombramiento vuelve a ajustarse el tablero tras la serie de movimientos en las jefaturas policiales santafesinas que comenzaron con la llegad del actual ministro de Seguridad.

El 18 de diciembre de 2019, Sain anunció que el nuevo jefe de la Policía de Santa Fe sería Víctor Sarnaglia y planteó su decisión de pasar a retiro a más de 30 altos jefes policiales de distintas jurisdicciones. Se trató de un recambio general que trajo grandes expectatias. Pero nada fue tan fácil, y en medio de una gran conmoción y acusaciones cruzadas, a sólo once días de su nombramiento y un registro de 12 crímenes violentos en 9 días en la ciudad de Rosario, el entonces flamante jefe de la Unidad Regional II, Claudio Romano fue removido del cargo y reemplazado por Danilo Villán. También dispuso cambios en la Unidad de Orden Público.

En tanto, el 13 de enero, el comisario mayor Javier Gorosito,recién nombrado jefe de la Unidad Regional IX de Policía de Reconquista, también debió ser apartado de su cargo. Pocos días resultaron suficientes como para que Seguridad comprobase que no era la persona indicada para ocupar ese puesto. «Cuando los jefes no cumplen las directivas y no dan un servicio a la comunidad acorde a los medios con que cuenta, nosotros tenemos que hacer que se corra a un costado y  deje el lugar a otro que quiera, que sepa o que pueda cumplir con esos objetivos», dijo en aquella oportunidad Víctor Sarnaglia a la radio Aire de Santa Fe.

El pasado 13 de mayo, el ministro Saín decidió desplazar a toda la cúpula de la Unidad Regional I de policía del departamento La Capital. Lo realizó a partir de la detección de una serie de irregularidades, la seguidilla de fugas de comisarías, las peleas entre miembros de la plana mayor de la fuerza y el incremento en el número de homicidios.