Desde los primeros días de enero, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos de Rosario ha sufrido una serie de ataques que no dejan de multiplicarse. Los mismos parecen estar dirigidos contra unos de sus dirigentes en particular: el secretario general Pablo Ghietti. 

En esta ocasión se trata de varios ataques a balazos que se produjeron en estas dos últimas semanas. Todo comenzó el jueves pasado, en Garibaldi al 100, alrededor de las 19, cuando personas en moto dispararon alrededor de 10 tiros contra que impactaron en el frente de tres viviendas. En una de ellas viven los padres y un hermano del dirigente gremial. Pero eso no fue suficiente para los atacantes, ya que este martes regresaron y nuevamente rociaron de plomos el lugar. De acuerdo a los informe policiales, hubo alrededor de 25 impactos que partieron de tres armas diferentes.

La otra balacera tuvo lugar contra la  vivienda del propio Ghietti, también el martes por la noche, en inmediaciones de Entre Ríos al 6300.

Sin embargo, para tener un registro del comienzo de estos ataques, hay que remontarse al 4 de diciembre pasado, cuando una camioneta pertenenciente al gremio, que solía manejar Ghietti, fue atacada con una bomba molotov por tres personas. El rodado estaba estaconado frente a la vivienda de un familiar del dirigente, en Arijón al 1600, y resultó totalemtente dañada.

«Nosotros estamos teniendo muy buena gestión a los compañeros le hemos hecho recomposiciones salariales muy buenas, de hecho tenemos permanentes reuniones con los empresarios, asi que evidentemente hemos tocado algunos intereses», dijo en ese momento Ghietti. «El Somu está más fuerte que nunca y el amedrentamiento no nos va a asustar».

El segundo de los ataques fue mucho más grave y ocurrió el 10 de enero pasado en la sede sindical del Somu, en 3 de febrero al 300. El hecho tuvo lugar en pleno mediodía, cuando dos personas llegaron al gremio y preguntaron por Pablo. Cuando les respondieron que no estaba, abrieron fuego contra el subsecretario del sindicato, Mariano Ortiz que recibió dos disparos, uno en cada pierna. En ese momento, Ghietti admitió que temía por su vida y la de su familia.

En tanto, desde el Ministerio Público de la Acusación han mantenido gran hermetismo sobre el tema, pero algunos trascendidos indican que se investiga si estos ataques tienen algún tipo de relación con otros sucedidos en la ciudad y su presunta conexión con Ariel Máximo Cantero, quien se presume que estaría detrás de los atentados contra integrantes del Sindicato de Taxistas por la venta de «protección».