El viernes 17 de octubre de 2.014 caía la tarde en barrio Bella Vista cuando Jonatan Lencinas llegó en un auto a la zona de Riobamba al 4.500,  donde vivía su padre, ingresó a su casa, tomó una faca de carnicero, volvió a la calle y, pronunciando unas pocas palabras, le asestó un cuchillazo mortal a Pablo Ezequiel Domingo que, poco después, exhalaba su último suspiro antes de llegar al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Por este crimen fue condenado Lencinas a nueve años de prisión, tras la firma de un procedimiento abreviado que tuvo lugar este martes.

Aquel 17 de octubre de 2.014, una vez perpetrado el brutal ataque, Lencinas se subió al vehículo en el que había llegado al lugar y se dio a la fuga rápidamente. A pesar de los muchos testigos que hubo en el lugar, quienes también dieron fe de que había viejas rencillas entre el atacante y su víctima, la policía no logró dar con Lencinas y la investigación, a cargo del fiscal Miguel Moreno, no pudo avanzar.

Todo se mantuvo así hasta julio del año pasado, cuando el destino quiso que una tía de Pablo Domingo lo cruzara en la terminal de ómnibus Mariano Moreno.  La mujer lo reconoció de inmediato y lo increpó sin pensarlo dos veces. Lencinas intentó escapara pero un hombre que presenció la discusión lo retuvo en el lugar hasta que llegó la policía y efectivamente, se pudo comprobar que tenía pedido de captura desde el año 2.014 por el ataque fatal.

Tras su captura Jonatan Lencinas fue imputado por homicidio simple  se le dictó la prisión preventiva. Y, finalmente, este martes, el juez de Primera Instancia Pablo Pinto resolvió homologar un procedimiento abreviado propuesto por los fiscales Gastón Ávila y Miguel Moreno y condenó a Jonatan Lencinas a nueve años de prisión por el delito de homicidio simple en calidad de autor.