Un hombre de 42 años murió este jueves por la mañana a consecuencia de las heridas sufridas al explotar un sector externo, de una fábrica de fulminantes en la localidad cordobesa de Miramar de Ansenuza, informaron las fuentes policiales.

El suceso se registró a las 6.30, en la empresa Imaz, que se dedica a la fabricación de fulminantes, ubicada en General Paz 200, y las causas por las que se dio la explosión están siendo investigadas. De acuerdo a los datos que se conocen, la deflagración se produjo en uno de los secaderos de pólvora, ubicado en la parte externa del edificio.

Un servicio de emergencias confirmó el fallecimiento de la víctima, quien fue identificado como Marcelo Adrián Druetta, mientras que la Fiscalía de instrucción de la ciudad de Morteros ordenó que se hiciera presente la Policía Judicial para realizar las pericias correspondientes.

También se informó sobre otra persona que sufrió heridas a causa de la explosión, aunque las lesiones recibidas no serían de gravedad.

Material peligroso

Los fulminantes para armas de fuego, son elementos compuestos por un accesorio de voladura constituido por una cápsula cilíndrica de aluminio cerrada en uno de sus extremos, en cuyo interior lleva un material explosivo primario muy sensible a la chispa de la mecha de seguridad y otro secundario de alto poder explosivo. Existen dos grandes grupos de cápsulas fulminantes: el sistema “Boxer” y el sistema “Berdan”.

La cápsula fulminante se compone de yunque, copela y pasta iniciadora o fulminante. Sirve para dar inicio a la ignición de la pólvora o carga de proyección. Todos los cartuchos se fabrican con la composición del pistón más eficaz.

Tienen la función de iniciar la ignición del proyectil, por lo que se trata de una “bomba diminuta” con una mezcla química altamente explosiva, que produce una deflagración al ser golpeada.