Misiones: balean la casa de jefa policial que lucha contra el contrabando de soja

Este martes por la madrugada una lluvia de balas fue disparada contra la vivienda de la jefa de una comisaría de la localidad misionera de San Vicente, al mismo tiempo que le prendieron fuego a su vehículo. Las principales teorías apuntan a que el atentado obedece a su trabajo constante para combatir el contrabando de maíz y soja.

El atentado ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada, cuando María Eugenia Miranda, titular de la comisaría 2ª de San Vicente, una localidad ubicada en la región central de Misiones. Según relató al Canal 5 de esa provincia, Miranda contó que estaba en su casa con su pareja y su hijo de 4 años cuando comenzaron a escuchar las detonaciones. Los disparos dieron contra la reja y los muros y, afortunadamente, los tres salieron ilesos. Según su relato, su marido tomó el arma y salió para intentar repeler a los tiradores, y fue en ese momento cuando vio que el auto de la familia estaba en llamas. El hombre, también policía, realizó un disparo al aire como advertencia pero en el lugar ya no se encontraba nadie.

En diálogo con los medios, Miranda contó que si bien no había recibido amenazas en forma directa, sí habían sufrido intimidaciones, tanto ella como su equipo de trabajo. Además, la oficial aseguró que en los últimos días fue blanco de varias tentativas de cohecho, relacionados con esa actividad.

Según datos oficiales, en menos de un mes, la Comisaría a cargo de Miranda secuestró un total de 312 toneladas de soja. En cambio, la dependencia policial en San José, considerada una “zona caliente”, entre el 31 de marzo y el 2 de junio, solamente secuestró 171 toneladas.

«Empezamos con los controles de ruta en el kilómetro 48, de manera directa con la gente de la Agencia Tributaria de Misiones, donde realizábamos consultas directas con personal que trabaja en El Arco Centinela y Apóstoles, que son dos de los ingresos de los camiones de granos, sojas y maíz; ahí se produjeron un par de secuestros y desde ahí empezamos a recibir mensajes de personas que querían hablar con nosotros, entrevistarnos personalmente y ya sabíamos por dónde viene”, reveló la jefa policial.