Un hombre mató de dos balazos a su hijo y luego se suicidó, tras haber mantenido una discusión con su pareja, quien le recriminaba que estaba cansada de sufrir violencia de género. El violento episodio ocurrió en una vivienda de la localidad bonaerense de Libertad, partido de Merlo.

Los cadáveres fueron encontrados por la propia mujer el viernes por la tarde, alrededor de las 16.30, en un departamento ubicado en Carhué 2285, entre Honduras y Ecuador, en jurisdicción del citado distrito de la zona oeste del Gran Buenos Aires.

Fuentes policiales y judiciales informaron que ese inmueble lo tenían vacío para alquilar y que está situado en la planta alta de la vivienda que la pareja compartía con su hijo, que tenía un retraso madurativo.

La mujer, ante la desesperación de ver a su hijo, llamado Leonardo Ramos (22), muerto en un pasillo, ingresó a la casa con ayuda de vecinos. Al entrar, la madre del joven encontró en el piso a su pareja, identificada como Joaquín Ramos (60), quien se había ahorcado con un cable.

Tras llamar a la Policía, la mujer le relató a los investigadores que todo comenzó el jueves por la noche, cerca de las 22.30, cuando comenzó a discutir con su esposo. Ella le recriminaba que estaba cansada de sufrir violencia de género de su parte, debido que días atrás la había golpeado.

Seguidamente, el hijo se interpuso en la discusión y mantuvo un altercado con su padre en defensa de su madre, tras lo cual el hombre se retiró y se fue a dormir al departamento que tenían en alquiler.

El joven siguió a su padre mientras le recriminaba a los gritos por los maltratos hacia su madre. En ese marco, la mujer, al no saber nada de su hijo, se dirigió este viernes por la tarde a la planta alta y, al asomarse por una ventana, lo vio tirado en el piso del pasillo entre la cocina y el baño, con dos impactos de bala en la cabeza.

Un poco más al fondo, estaba su pareja ahorcada y, a su lado, había un arma de fuego calibre 9 milímetros.

Efectivos de la comisaría 4ta de esa jurisdicción arribaron al lugar junto a peritos y una ambulancia, cuyo médico certificó ambas muertes, por lo que comenzaron las tareas bajo la supervisión del fiscal Oscar Marcos.

La mujer sostuvo a los pesquisas que su pareja “era una persona muy agresiva” con ella, que estaba “cansada de sus malos tratos” y que días atrás la había golpeado, aunque no llegó a radicar la denuncia por violencia de género.

En el departamento, la Policía Científica encontró dos vainas servidas frente al cuerpo del joven y una tercera en una ojota. El arma de fuego utilizada para el asesinato era propiedad de Ramos y estaba debidamente registrada, por lo que no tenía impedimento para su uso, según consta en la causa.