Este lunes por la madrugada otra fiesta clandestina,fue desactivada por efectivos policiales y la Secretaría de Control y Convivencia de la ciudad de Rosario. Se trataba de un festejo que los adolescentes, sobre todo alumnos de colegios privados, que ingresan al último año, suelen llamar Último Primer Día. En la misma fueron demorados 68 menores, hasta que cada padre fue a retirar a su hijo, y 9 mayores, que quedaron a disposición de la Justicia.

“Sabíamos que en determinados colegios se iban a juntar jóvenes que habían contratado colectivos; seguimos al rodado para ver cual era el domicilio; y una vez arribado al lugar, cuando descendieron todos los chicos, se secuestró el colectivo y se lo llevó al corralón ya que el mismo no contaba con seguro”, detalló Carolina Labayrú, titular de la Secretaría.

La fiesta se realizaba en una casa ubicada en Virasoro al 2500. De la misma participaban en total, 68 menores de edad, que posteriormente fueron demorados hasta que sus padres los retiraron en el lugar. En tanto, el fiscal de Flagrancia de turno ordenó la detención de los mayores.

Desde la Secretaría de Convivencia de la Municipalidad de Rosario informaron que el colectivo no contaba con seguro, así que fue llevado al corralón.

«De la fiesta participaban alumnos de tres colegios diferentes, por lo cual se hizo consulta con el fiscal Matías Ocariz quien determinó que los siete adultos que organizaron el encuentro más los dos responsables de la vivienda fueran trasladados a la comisaría 2ª para constatar los antecedentes», explicó Carolina Labayrú.

En cuanto a los 68 menores, la funcionaria relató que se dio intervención a la Secretaría de Niñez y Familia y desde la repartición dispusieron que cada padre debía ir a retirar a su hijo al domicilio donde se realizaba el evento clandestino. «Eso es lo que hicimos durante toda la madrugada, hasta las cinco de la mañana, hasta que el último padre fue a retirar a sus hijos».