El ministro de Seguridad de Santa Fe Marcelo Saín habló este domingo sobre la compleja realidad de la Justicia en la ciudad de Rosario luego de que estallara el escándalo que involucra al fiscal Gustavo Ponce Asahad y al fiscal regional Patricio Serjal, sospechados ambos de recibir pagos para encubrir a una organización, ligada al «Guille» Cantero,  que se dedica al juego clandestino y las extorsiones. Durante la entrevista, otorgada al programa «Todavía no es tarde» en Radio 2 de Rosario, el titular de la cartera de Seguridad afirmó que “hubo una sociedad entre sectores del peronismo y los gobiernos progresistas, en connivencia con la policías, para repartirse cargos y guardar silencio”.

“El peronismo en el Senado tenía todo para ocuparse de estos temas en los últimos años y no hizo nada. Llegamos nosotros, le ponemos luz a estas cosas y nos sorprendimos bastante. Además, no hubo un sólo jefe policial que pusiera esto arriba del tapete. Fueron comisarios socios de la política que hundieron la Policía de Santa Fe”.

El ministro de Seguridad santafesino describió que Santa Fe no fue la excepción de lo que pasó en el resto del país en cuanto a gestión de la seguridad pública, que fue darle todo el poder a la policía para que ellos traten de resolverlo. «Eso es lo que pasó en Santa Fe hasta hace muy poco. Lo que ocurre es que no solamente crecieron las tasas criminales sino que se transformó el fenómeno criminal, en Santa Fe hay mercados ilegales, mercado ilegal de autopartes o mercados ilegales de droga, porque son mercados que se construyen al amparo del alto poder adquisitivo, inclusive en el consumo recreativo en el caso del narcotráfico, porque no se explica de ninguna manera semejante despliegue de violencia entre los grupos narcos para controlar la venta sino fuese una disputa de carácter comercial de alta rentabilidad».

En este punto en particular, Saín remarcó  que «la política no lo vio» y es lo que realmente le «llama muchísimo la atención». «Se le dio todo el poder a la policía, y la policía de Santa Fe ha atravesado un proceso de descomposición institucional enorme, en algunos aspectos podría decirse que no hay más policía en Santa Fe», puntualizó el funcionario. «Tenés el 93% de las unidades de base policial tienen menos de 30 personas, es decir, no existen como unidades operativas. Hay unidades regionales con menos de 200 numerarios, varias que tienen apenas 250, es decir no son unidades regionales, son centros administrativos. Todo esto ha ido ocurriendo y nadie le puso luz. A nosotros nos llama mucho la atención que la política no haya visto esto. Lo ocultaron los oficialismos pero también las oposiciones, ¿que estuvieron haciendo? Fueron socios».

Y agregó que para que esto ocurriera tuvo que haber varios sectores que lo dejaron ser. «Creo que hubo una sociedad entre sectores del peronismo y los gobiernos progresistas y esa sociedad fue una connivencia con la policía, repartirse algunos cargos dentro de la policía, tener algunos beneficios con algunos jefes y guardar silencio. Porque el peronismo en el Senado tenía todo para poder auscultar estos aspectos».

Otro de los aspectos que revisó el ministro fue en relación a los comisarios que han sido los sucersivos jefes de la policía en el territorio provincial y su complicidad en ese proceso. No sólo porque no hubo ninguno que pusiera esta descomposición sobre la mesa, sino porque «es una policía que replica los hechos de corrupción pero cuando queremos hacerla funcionar dentro de nuevas tñecnicas policiales, no logramos resultados inmediatos proque es una policía muy discapacitada a nivel profesional».

La reconversión del «Guille» Cantero

En cuanto al rol de la banda de Los Monos y la aparición del nombre Cantero en la red de extorsión y juego clandestino, Marcelo Saín señaló que en realidad lo que hubo fue una reconstitución del «Guille» Cantero, pero no de la banda, que ya no existe más como se la conoció años atrás.

«La banda de los Monos, como la conocimos años anteriores, ya no existe más. Esa banda se desarticuló con las condenas que recibieron en el juicio. Lo que se reconstituyó es el «Guille» Cantero, que montó una fabulosa estructura de extorsión a la siciliana que actúa en estos términos: «yo te dejo trabajar en la medida que vos me pongas una mensualidad, sino te cago a tiros'», explicó el ministro y describió con minuciosidad: «Generalmente se meten con sectores empresariales a los que les enganchan alguna ilegalidad, y los extorsionan en torno a esa ilegalidad. Por eso intuimos, y estamos investigando a fondo, que muchos extorsionados por esta red no hacen la denuncia porque no quieren ventilar parte del entramado ilegal del que forman parte».

En ese sentido, Saín se explayó sobre lo revelado por Leonardo Peiti, uno de los imputados en el caso de juego clandestino y extorsión y que fue quien apuntó contra el fiscal Gustavo Ponce Asahad y el jefe de los fiscales, Patricio Serjal-

«Esto es lo que pasó con Peiti. Lo que él declaró es como en realidad, el Guille Cantero le comió un pedazo del negocio del juego clandestino, a través de aprietes, y para sacarselo de encima, le dio parte de ese negocio. Es un tipo que manejaba históricamente el juego clandestino en sectores importantes de la provincia, negocio que manejaba junto con la policía , además de muchos negocios legales porque Leonardo Peiti tiene negocio legales. Y hay que entender hasta que punto llega la descomposición de la policía santafesina que teniendo un asociedad con un empresario como Peiti y siendo este apretado por Los Monos no hay un solo policía de la nómina de Peiti que salga a cortarle esto y les diga «este negocio es nuestro». Hasta tenés una policía ilegal trucha».

Cojones y ovarios

La trama que se develó después de un impecable trabajo que encabezaron los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra en la causa demuestra, para Saín, que cuando los fiscales tiran de la soga porque «tienen ganas de ver eso» las investigaciones avanzan.

“Cuando te llega una denuncia por extorsión, la que te queda es investigar la extorsión pero tirar de la soga e ir a un segundo escalón de vincularlo con otra extorsión.  Y no hay fiscales que hagan esto todo el tiempo, no tiran de la soga. La cosa sería que se pregunten cuántas denuncias de extorsiones hay acá, dámelas todas que te las unifico y te armo una buena causa. Eso es investigar crimen complejo, eso es tener cojones o eso es tener ovarios y la verdad que cojones u ovarios acá, tienen dos nomás».

Policía administrativa

En cuanto a los delitos más comunes, de calle,los robos o arrebatamientos Saín apuntó que se trabaja aceleradamente en una «presencia policial más inteligente».

Yo me pregunto: ¿la policía es boba o cómplice? Y creo que tenemos una policía bastante parsimoniosa. Y en algunos lugares un empieza a preguntarse si no hay cierta complicidad. Creo también que hay una combinación de desidia con falta de medios también porque han dejado una policía devastada.

En ese sentido, reveló que un mes atrás en 13 lugares comerciales de Rosario se hicieron órdenes de servicio para policías caminantes. «Pero lo que no sabían los policías cuando cumplieron esa orden es que los estábamos observando con veedores. Y la sopresa que nos llevamos es que solamente cumplieron la misión el 57% de los policías. El resto llegó tarde al lugar, o se fueron a otro lado, o levantaron el servicio más temprano».

Sobre eso el funcionario remarcó que los jefes no supervisan las operaciones y que la desidia llega a los mandos medios y altos. «Entonces lo que hay que seguir haciendo es trabajar mucho con la policía y avanzar con la reforma policial. En la provincia de Santa Fe tenemos una policía administrativa, hay un 42% de policías que realizan trabajo administrativo».