Un efectivo de la Policía de Santa Fe, que fue detenido el pasado sábado, sospechado de descargar y distribuir material de pornografía infantil, quedó detenido este lunes por la tarde en prisión preventiva tras la finalización de la audiencia imputativa que se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal de Rosario.

Se trata del suboficial, Ricardo Adrián G. G., de 32 años quien, hasta 2018 formaba parte de la Gendarmería Nacional y actualmente se desempeñaba en la sección de Balística de la Agencia de Investigaciones.  El efectivo cubría guardias nocturnas en el Jockey Club y, en esas horas se servía de la red de wi-fi de la institución, para las maniobras delictivas. La Agencia de Trata de la Agencia de Investigación Criminal logró rastrear las huellas digitales y detener al acusado. Durante la investigación se encontró material inédito y se investiga si se produjo en Rosario.

El fiscal Ramiro González Raggio le achacó 43 hechos de distribución de pornografía infantil, agravada por tratarse de menores de 13 años. Según detalló el funcionario del Ministerio Público de la Acusación, la investigación data del mes de marzo aproximadamente, y surgió a raíz de «una serie de reportes que envía el Centro Nacional de Niños Perdidos y explotados».

» Este centro recibe reportes de aplicaciones, Google Facebook, Whastapp, tanto como cuando se sube como cuando se descarga material de pornografía infantil. Así se logro establecer que una de las IP provenía de la conexión de wifi del Jockey Club de Rosario, de la sede de Fisherton en Wilde al 900. Se estableció que el horario en que se realizaba esa actividad era entre las 22.30 y las 7 horas, así que se pidió la colaboración del club, y así se pudo acceder a los registros del personal», explicó que fiscal que además ponderó la colaboración absoluta de la institución en la investigación.

Para lograr determinar cual de los empleados nocturnos estaba implicada, se configuró una nueva dirección IP en los puestos de las personas sospechadas, lo que rápidamente reveló la identidad del sospechoso. «También, entre el resto de los otros 60 reportes que había de actividad, se logró ubicar el domicilio de la madre de esta persona y así conectar esos hechos e incluirlos también en la imputación».

González Raggio explicó que el imputado utilizaba cuentas de Facebook, hackeadas a usuarios reales, mediante las cuales distribuía y enviaba a un número determinado de personas el material. «Está en investigación de donde obtenía el material, hay material inédito que puede ser de producción casera. Hay una numerosa cantidad de hechos y gran cantidad de material».

El fiscal señaló que la pena en expectativa es de un mínimo de cuatro años hasta 50, teniendo en cuenta el concurso real de la cantidad de hechos. Por esa razón, se solicitó la prisión preventiva por el plazo de ley, solicitud que el juez Alejandro Negroni admitió.