Sheila Ayala, la nena de 10 años que estaba desaparecida desde el domingo último en el partido bonaerense de San Miguel, fue encontrada muerta esta tarde dentro de una bolsa y su tía junto a su pareja, habrían confesado ser los autores materiales del trágico final de la niña.

Leonela Ayala, hermana del padre de la víctima, y su pareja, Fabián Ezequiel González Rojas, de nacionalidad paraguaya, habrían confesado el crimen ante la Policía.

Según confirmó ante la prensa el comisario mayor Jorge Figini, titular de la Superintendencia de Investigaciones, «el cuerpo que fue encontrado es el de una menor y estaba dentro de una bolsa en un lugar muy pequeño donde había mucha basura».

Indicó, además, que el lugar del hallazgo es contiguo al predio usurpado en el que viven más de 50 familias, entre ellas, el padre de Sheila. Tras encontrar el cuerpo de la niña, la policía apresó a la tía de la pequeña y a su pareja, quienes habrían confesado que fueron los autores del crimen en un momento en que ambos estaban drogados, pero no dieron mayores detalles.

De todas maneras, esta posible confesión deberá ser ratificada ante la Justicia, ya que de otra forma no tendrá validez.

Tras conocerse la noticia, vecinos de la niña comenzaron a tirar piedras contra los efectivos policiales que trabajaban en el lugar por lo que la Policía comenzó a disparar balas de goma para dispersarlos.

Los vecinos reaccionaron con vehemencia al confirmarse el hallazgo y cuestionaron tanto a la policía -por entender que demoró varios días en revisar el predio- como a la familia de la menor, ya que existiría responsabilidad de algún miembro de ella en el caso.

La violenta reacción vecinal derivó en la llegada de efectivos antidisturbios de la Guardia de Infantería, que tomaron posiciones para custodiar el perímetro del predio.