Otra noticia policial sacudió la mañana rosarina, aunque en esta ocasión el final no fue el mismo de siempre. A las 9.30 la rápida intervención de la Policía, tras un alerta al 911, logró que se frustre una entradera en una casa de familia ubicada en calle Montevideo al 2500.

Tres delincuentes aprovecharon que un albañil realizaba tareas en la puerta del domicilio, lo redujeron y obligaron a ingresar. Ya dentro de la casa, donde se encontraba el dueño de la vivienda y la empleada doméstica que está embarazada, los violentos delincuentes golpearon a culatazos en la cabeza a los ocupantes y los maniataron.

Un vecino que advirtió el hecho dio aviso al 911. Pocos minutos después llegó la Policía. Al advertir la presencia de la fuerza de seguridad, los delincuentes se dieron a la fuga por los techos vecinos. Los efectivos policiales lograron apresar a uno de los delincuentes siendo que los otros dos lograron escapar por los techos de las casas, tomando un pasillo interno y una obra en construcción sobre calle Rodríguez.

Según informó la Policía, las víctimas del violento hecho se encuentran bien, a pesar que fueron golpeadas en la cabeza y maniatadas, no presentando hasta el momento cortes ni otro tipo de heridas. La joven embaraza (empleada doméstica) fue atendida en una ambulancia del Sies y si bien los nervios y susto le provocaron una descompensación en la presión se encuentra bien.

Según declaraciones todavía no confirmadas, los delincuentes pudieron alzarse sólo con algo de dinero que había en la casa, puesto que la llegada de la Policía frustró el robo obligándolos a escapar. Interviene en el caso la comisaría 6ª por jurisdicción.

La zona del violento hecho viene siendo testigo de distintos tipos de asaltos, robos y entraderas. Por lo cual los vecinos del lugar han tomado como medida de seguridad tener los teléfonos de cada uno y al mínimo movimiento extraño tener como premisa llamar al 911.

Según declaraciones de los mismos vecinos, las obras en construcción sobre calle Rodríguez son usadas con frecuencia como vía de escape, aprovechando también el acceso por los techos y pasillos que facilitan el camino a los delincuentes.