Los homicidios en la ciudad de Santa Fe superaron los registrados en 2007, durante el 2014 ascendieron a  117 el número de fallecidos de los cuales 90 fueron cometidos con armas de fuego. Esta situación llevó al intendente de la ciudad a  prohibir la venta de armas y municiones por el plazo de 90 días en comercios legales  para controlar los hechos de violencia cometidos con armas.

Esta medida desató la polémica y desde la Asociación Industriales y Comerciantes de Artículos para Caza y Pesca manifestaron su rechazo porque entienden que “prohibir es más fácil que efectivo”

La organización emitió un comunicado, a través de su gerente Guillermo Muttoni,  donde expresan que la inseguridad y la violencia extrema no se pueden vincular con los usuarios de armas legales”. Además señaló que “el intendente, al tomar esta medida, parece no conocer la realidad de la ciudad y afirman que los usuarios de armas legales no son los que delinquen y esta medida no reduciría los hechos delictivos”.

Por otra parte, el vicegobernador Jorge Henn convocó a una reunión a las 9 de la mañana con los presidentes de bloques  legislativos  y el fiscal federal de la provincia para abordar el tema de la inseguridad en la ciudad de Santa Fe.

El especialista en criminología y director del programa Delitos y Sociedad de la Universidad Nacional del Litoral, Máximo Sozzo opina que la medida no es suficiente para controlar los hechos de violencia cometidos con arma de fuego. El porcentaje de homicidios cometidos con armas es muy alto pero las misma no pertenecen al mercado legal y la prohibición no cambiaría significativamente los resultados.

“Como es habitual en estos casos se apunta a atacar las consecuencias y no las causas”, continúa el especialista,  “la problemática es mucho más profunda y está relacionada con el contexto social, económico y cultural y la falta de oportunidades en ciertos sectores de la sociedad y esto promueve la comisión de delitos violentos”.