Foto: Gentileza Rosario3/Alan Monzón

 

La trama que comenzó a develarse a mediados de 2.020 y que puso en evidencia las complicidades del jefe de los fiscales de Rosario, Patricio Serjal y un cercano colaborador suyo, Gustavo Ponce Asahad, con una oscura banda que se dedicaba a los aprietes, extorsiones y balaceras y cuyo entretejido ligaba a policías, ex policías, conocidas figuras del juego clandestino con Ariel Máximo Cantero y que, incluso, estaba conectada al crimen del contador Enrique Encino, asesinado en el casino City Center en enero de 2.020, tuvo este miércoles otra condena, que se suma a las del comisario retirado, Alejandro Torrisi y de Flavia Broin pareja de Maximiliano Díaz. Se trata de Jose Sebastián Perlo, quien fue sentenciado a 3 años de prisión condicional por los delitos de asociación ilícita en calidad de coautor y extorsión en calidad de partícipe secundario. En los tres casos las sentencias se produjeron en el marco de procedimientos abreviados.

De acuerdo a lo expuesto por los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delito Complejos, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, Perlo formaba parte de una organización criminal que funcionó, al menos, entre el 7 de agosto de 2.019 u el 13 de enero de 2.020, cuyo objetivo era obtener dinero mediante extorsiones y atentados contra la vida de distintas personas invocando el vínculo con el Guille Cantero. El rol de Perlo en esta organización era reunirse con las víctimas de las extorsione para exigirles dinero y poner a disposición los teléfonos a través de los cuales se realizaban los llamados y se enviaban los mensaje.

De ser parte de esta estuctura criminal también están acusados Maximiliano «Cachete» Díaz, imputado y detenido por ser considerado el «cerebro» detrás del crimen del City Center e implicado además en varias de las extorsiones que se le atribuyen a la banda, Flavia Rocío Broin, pareja de «Cachete» y ya condenada semanas atrás en otro procedimiento abreviado y Alejandro Torrisi, también recientemente condenado de la misma forma.

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La organización se completa con Otniel De León Almonte, más conocido como el «Dominicano», detenido actualmente por el brutal crimen del policía Cristian Ibarra, asesinado de 6 tiros en el craneo e imputado además como partícipe primario del crimen del casino, Leonardo Peiti, el capitalista del juego clandestino que hizo saltar la banca con sus acusaciones contra Ponce Asahad y Serjal, Mariano Ruiz, un viejo conocido de Los Monos de quien se dice que era el cerebro financiero detrás de la banda, Damián Díaz y Hernán Horacio Quinteros.

Este último nombre no es un nombre cualquiera, es la persona que se tenía que encargar de la balacera contra el casino City Center, pero cayó detenido días antes, y es lo que motivó que Leonardo Peiti le pidiera al fiscal Gustavo Ponce Asahad que averiguara por su situación. Esos mensajes intercambiados entre Peiti y Ponce Asahad fueron extraídos del teléfono de Maximiliano Díaz al ser peritado y fue lo que encendió las alertas sobre la presencia de un topo en el Ministerio Público de la Acusación.

La acusación

Edery y Schiappa Pietra le achacaron a Perlo haber participado del plan que obligó al dueño de un bar a entregar dinero, invocando que e trataba de un pedido de «Guille» Cantero.  Esto ocurrió desde el 2 de mayo del 2019 hasta al menos el 13 de enero de 2020. Así, en el mes de abril de 2019, una persona no identificada se presentó en el bar ubicado en San Martín al 1.600 de Rosario y le dijo a su dueño que pertenecía a la banda denominada “Los Monos” y le exigía dinero para seguir funcionando.

A partir de ese momento se llevaron a cabo encuentros y conversaciones entre la víctima, Maximiliano Díaz y José Perlo ,para definir el monto a pagar por mes a cambio de poder trabajar sin inconvenientes. Dichas reuniones se celebraron durante abril y mayo de 2019 en el bar de calle Pellegrini 1600, propiedad de Mariano Ruiz, quién además formó parte de los encuentros.

De tal manera, hasta mayo de 2.020, la víctima entregó sumas de dinero en varias oportunidades mientras que Flavia Broin cumplía las ordenes de su pareja, Cachete Díaz, se apersonaba en el bar y retiraba el dinero de las víctimas. Por éste hecho se les atribuye el delito de extorsión en calidad de coautores en grado consumado.

La jueza Paula Álvarez homologó el procedimiento abreviado y sentenció a José Sebastián Perlo a 3 años de prisión condicional con la obligación de seguir las siguientes reglas de conducta:

a) Fijar residencia, b) Someterse al control de la Dirección de Asistencia Pos Penitenciaria, c) Abstenerse de consumir estupefacientes y/o abusar de bebidas alohólicas, d) Adoptar oficio, arte, industria, o profesión en el plazo de 3 meses.