El rugbier Luciano Pertossi afirmó este jueves que él no estaba en el lugar donde señalaron los cuatro testigos de la Policía Federal Argentina (PFA) que lo identificaron en un video que era reproducido en la mañana de este jueves en el juicio frente al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, en lo que fue la primera declaración de uno de los ocho imputados en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa.

«Quiero aclarar algo: yo no estaba ahí», afirmó Pertossi, luego de levantar sorpresivamente la mano en el recinto para pedir la palabra mientras se exhibía en la sala un video con una secuencia de la golpiza a la que fue sometido Fernando, al tiempo que hablaba el perito policial Andrés Bruzzese y el querellante Fabián Améndola le realizaba unas preguntas

«Luciano Pertossi quiere hacer una declaración», dijo el defensor Hugo Tomei, interrumpiendo la exposición de los testigos, a quienes el tribunal les solicitó que se retiraran de la sala para darle la palabra al imputado.

Fue entonces que Pertossi se levantó y se sentó frente a los jueces para hacer esa aclaración y adelantar que no iba a responder las preguntas que le hizo en ese momento uno de los fiscales, Gustavo García.

«Yo aclaré eso. No quiero responder ninguna otra pregunta. No se molesten en hacer otra pregunta. No voy a responder», esgrimió en su escueta declaración ante los jueces.

El fiscal insistió en preguntar quién era entonces la persona vestida de negro que aparecía en los videos exhibidos durante la audiencia, a lo que el rugbier reiteró: «No voy a responder».

La declaración del más chico de los imputados Pertossi es la primera que realiza uno de los rugbiers acusados durante el debate oral al que son sometidos por el crimen del estudiante de abogacía.

También fue esta la primera vez que los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, tuvieron frente a ellos hablando a uno de los acusados.

A partir del testimonio conjunto de los peritos Yanina Cuenca, Agostina Matticoli, Ricardo Gabriel Pisoli y Bruzzese, especializados en análisis facial forense, se logró determinar la ubicación en el lugar del ataque de Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).

Los peritos precisaron que en los videos también pudo identificarse a Alejo Milanessi (22), imputado en el inicio de la investigación y sobreseído en abril de 2021.

Además, señalaron que también fue reconocido en el lugar, sobre la vereda y a pocos metros del cuerpo de la víctima, Tomás Colazzo (19), un amigo de los acusados a quien el particular damnificado apuntó siempre como «el sospechoso número 11»; quien era menor de edad al momento del homicidio.

Por pedido del abogado defensor Tomei, en la jornada de este jueves las sillas en las que se ubican los ocho imputadas fueron corridas unos metros más adelante y al centro de la sala de audiencias, para que los rugbiers tuvieran una mejor visión de la pantalla donde fueron exhibidos los videos.

Durante la reproducción de los mismos, y en el momento que eran interrogados los peritos, Luciano Pertossi fue el acusado que se mostró más inquieto hasta el momento que levantó la mano y su abogado pidió que declare.

«Creyó que podía salvarse»

El abogado Fernando Burlando, quien representa a los padres de Fernando Báez Sosa, consideró que «hoy se fisuró el pacto de silencio» entre los ocho rugbiers acusados del crimen, a partir de la breve declaración que realizó Luciano Pertossi.

«No ha sido feliz la participación de Pertossi en la diligencia de hoy. Lo único que hace es ratificarme la postura que tenemos desde el primer día. Veía cierta debilidad en no distinguir su rostro en la escena del crimen y trató de llevar esta coartada adelante», expresó el letrado, al considerar que con esto «se fisuró el pacto de silencio» entre los acusados.

Al respecto, Burlando continuó: «Para decir lo que dijo, yo lo hubiese mantenido callado. Ni siquiera lo vi con una actitud educada, noble. Que tenga que ver con dar respuestas. A veces uno quiere salvarse. Él interpretó, desde su ignorancia técnica y jurídica, que podía salvarse del salvajismo».

En ese sentido, el abogado querellante opinó que la participación de Pertossi fue un acto de «desesperación».

«En una audiencia anterior, cuando el doctor (Javier) Laborde lo involucró en el hecho golpeando, ya se había visto algún lenguaje corporal en su cara en el que se notaba su desesperación», manifestó.

Además, Burlando señaló que durante la jornada de este jueves vio una serie de diálogos entre los acusados y no descartó que algún otro quiera romper el silencio.

«Hubo cosas feas que pudimos ver hoy. Tal vez otro se lance. Sabemos cuál es la actitud y la estrategia que tienen», indicó.

Por otro lado, el letrado afirmó que los ocho imputados «trabajaron para lo mismo» y que la voluntad del grupo «era asesinar a Fernando».

«Todos festejaron algo que fue una tremenda desgracia para la sociedad. El festejo no solo habla de que no hay arrepentimiento y desprecio por la vida. Habla de que la intención claramente era matar», analizó.

Por último, el abogado adelantó durante el cierre de la audiencia de este jueves declarará un amigo de Pablo Ventura.

«Va a hablarnos de este grupo y cuál era su proceder en Zárate. También preguntaremos sobre cómo lo trataban a Ventura, que se comió la peor ingesta de su vida con su detención», anticipó.

Antes del comienzo de la novena audiencia, Burlando había considerado que «ya alcanzaban (las pruebas) para arribar a un fallo condenatorio».

«Después de este juicio y de las bondades del debate oral, sin lugar a dudas, creo que hemos cuadriplicado o quintuplicado la cantidad de prueba y la contundencia de la misma», expresó esta mañana en diálogo con la señal de noticias LN+, donde también aseguró que Máximo Thomsen era «el líder de este grupo».