Silvino, el padre de Fernando Báez Sosa, dijo esta tarde sentirse «bastante aliviado» por las condenas impuestas a los rugbiers que mataron a su hijo, aunque consideró insuficiente las penas de 15 años de encierro para tres de ellos.

«Creo que a tres acusados les ha quedado un poco corta la condena», dijo el hombre a la prensa al retirarse del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores y en referencia a las condenas como partícipes secundarios de Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Blas Cinalli.

Silvino, rodeado de periodistas, policías y personas que se acercaban a saludarlo, dijo sentirse «bastante aliviado» con el fallo, pero aclaró que sus abogados van a apelar esa participación secundaria achacada a los tres rubiers condenados a quince años de prisión.

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El padre de Fernando reconoció que se «sorprendió» con la sentencia porque él «esperaba veinticinco años o perpetua» para todos los acusados. «Tengo que ponerme fuerte y acompañar a Graciela (su esposa y madre de la víctima) en todo y seguir adelante porque esto no termina todavía», señaló. Y, por último, agradeció el apoyo de la gente en general y de las personas que se acercaron a Dolores.

La condena fue dada a conocer este mediodía por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores, que entendió en un fallo unánime que Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21) fueron coautores del delito de «homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves», cuya única pena posible es la prisión perpetua.

Los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia entendieron además que Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (23) fueron «partícipes secundarios» del mismo delito y se les aplicó una pena de 15 años de prisión.