Todo un éxito. El primer simulacro de juicio por jurados que se realizó este miércoles en la ciudad superó las expectativas de los organizadores, los fundadores del Centro de Estudios Penales integrado por los fiscales Silvia Castelli y David Carizza.

Una amplia concurrencia, en su mayoría estudiantes de Derecho y público en general se dieron cita a las 15 en el auditorio de la Federación Gremial para presenciar el simulacro de juicio por jurado. La idea es instalar el debate sobre la aplicación de este mecanismo de enjuiciamiento con la participación y el compromiso de la sociedad en su conjunto.

Para comenzar a difundir la modalidad un grupo de actores bajo la dirección de Lito Cruz y operadores judiciales reales realizaron éste miércoles, en la ciudad, un simulacro de juicio por jurado para instalar el debate sobre este mecanismo, establecido en la Constitución Nacional de 1853 pero que sólo pusieron en práctica algunas provincias.

«Nos pareció interesante mostrar un juicio para que la gente pueda ver de qué se trata y, en base a eso, hacer una votación para ver si (el imputado) es culpable o no», expresó el fiscal David Carizza, presidente del Centro de Estudios Penales (CEP), que estuvo a cargo de la organización de la actividad.

La presencia de Lito Cruz responde a la experiencia con la que cuenta el director en este tipo de actividades, ya que participó en simulacros de juicios por jurado en la provincia de Buenos Aires y en el Consejo de la Magistratura.

Al respecto, el prestigioso director se mostró interesado en «la mezcla de ficción y realidad. Los fiscales, los abogados defensores y el juez son reales, los jurados son voluntarios y los testigos y la imputada son actores rosarinos», explicó.

La actividad se desarrolló esta tarde en la sede de la Federación Gremial de Comercio de Industria de Rosario, colmado de un público expectante  por ver en vivo y en directo el desarrollo de un juicio al que solo se puede  acceder a través del cine o la televisión.

“En Santa Fe fueron presentados dos proyectos de ley para instaurar este tipo de juicio, aunque aún no avanzaron en la Legislatura provincial”, dijo el fiscal Carizza y explicó que «la ventaja» que ofrece «es la inclusión de la sociedad».

En tanto agregó que «Es el ciudadano medio el que participa, que es en definitiva es el que está en medio del problema cuando se comete un determinado delito y hay un proceso. En la Constitución de 1853 ya está regulado pero nunca se llegó a implementar, creo que por esa no participación de la sociedad en el proceso, ésto de alguna manera instala el debate», agregó el titular del CEP.

Para graficar de la mejor manera y mostrar el desarrollo de este mecanismo se expuso el caso de un homicidio vinculado a una relación sentimental. El caso fue construido por Lito Cruz para las experiencias anteriores y contiene referencias reales, aunque no está basado en un hecho enteramente existente.

Para integrar el tribunal fueron convocados doce ciudadanos rosarinos, como voluntarios, para conformar el jurado que debe resolver si el acusado es «culpable o no culpable», según las expresiones que se deben utilizar en la lectura del veredicto.

El fiscal regional de Rosario, Jorge Baclini, dijo que el juicio por jurado «tiende a buscar un mejoramiento del servicio de Justicia», pues «integra a la sociedad al sistema penal, y la sociedad puede controlar a los operadores judiciales», en el mismo sentido agregó que en este tipo de mecanismo se produce el “juzgamiento por los iguales”.

Concretamente en el juicio por jurado, el tribunal compuesto por los doce ciudadanos debe pronunciar un veredicto luego de escuchar la exposición de cada una de las partes y decidir si el imputado es culpable o no culpable. La decisión de tribunal no tiene que exhibir ningún tipo de argumentos y no es apelable o puesta a consideración de las partes.

Acto seguido, si el jurado encontró culpable al imputado, el juez establecerá la pena que le corresponde de acuerdo a lo que dicte la ley por el delito que cometió y por el cual el jurado encontró culpable. En este caso, es necesario que el jurado cuente con un total de diez votos coincidentes.

Es importante destacar que el jurado no cuenta con información sobre el caso de forma anticipada. Obtiene toda la información en el mismo momento en que se desarrolla el debate.

El desarrollo del juicio se inicia con los alegatos de apertura de las partes, donde se brindan detalles sobre el caso, cuándo, dónde y cómo ocurrió. Se revelan datos de la víctima y del imputado y cómo acontecieron los hechos según la investigación realizada en el período de instrucción.

Luego se procede a llamar a los testigos de las partes para que brinden la información necesaria, bajo juramento, sobre el caso para que el jurado cuente con la mayor cantidad de información sobre los hechos y poder arribar a un veredicto.

Una vez expuestos los relatos de los testigos se procede a exponer los alegatos de clausura que en primer lugar estará a cargo de los fiscales, que es la parte acusadora y luego expondrá el abogado defensor de la imputada. En ambos casos, las partes buscan inducir al jurado para obtener el resultado positivo.

Finalizados los alegatos de clausura, se realiza un cuarto intermedio para que el jurado pueda deliberar, en forma secreta, como lo establece la ley y llegar a un veredicto de culpabilidad o inocencia.

La decisión del jurado no puede ser apelada y el juez debe aceptarla sin cuestionamientos. En tanto el jurado no tiene que fundamentar su decisión como así tampoco explicar porqué arribaron a esa decisión.

Finalizada la lectura del veredicto, el juez dictará la condena que corresponda por el delito que se le imputa, en el caso que fuera encontrado culpable. Y en el caso que sea encontrado inocente el imputado recuperará la libertad.

Al finalizar la representación los integrantes del jurado compartieron con el público la experiencia de integrar el tribunal y expresaron que “a pesar de tratarse de un simulacro se vivió con mucha responsabilidad” expresaron casi al unísono.

En tanto Pascual Calvo, otro voluntario dijo “fuimos extremadamente responsables a la hora de decidir sobre la suerte de una persona”.

En tanto los actores también comentaron al público su experiencia y aclararon que esto no es sólo una actuación sino que “existe un compromiso social en los actores”.

Para cerrar, Lito Cruz hizo un llamado a toda la sociedad “hay un compromiso con la vida y con nuestros semejantes, por eso tenemos que ser militantes del compromiso”.