Este lunes, a las 15.30, el ex fiscal regional Patricio Serjal, volverá al Centro de Justicia Penal para ser reimputado en el marco de la causa por juego clandestino que investigan los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra y que ocasionó un terremoto político en la provincia de Santa Fe que está muy lejos de aquietarse.

Los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación le achacarán a Serjal el rol de organizador de una asociación ilícita. En ese contexto expondrán como estaba estructurada la organización y los roles que quienes la integraban cumplían. Se espera entonces que en la audiencia se expongan también las tan mentadas evidencias que se habrían acumulado contra el senador Armando Traferri a quien sus pares , contra el pedido de los fiscales, decidieron no desaforar.

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Mientras tanto, ambos fiscales adelantaron que pedirán la inscontitucionalidad del artículo 27 del código Procesal Penal de Santa Fe, que no solo impide que los legisladores puedan ir a prisión sino que les da inmunidad de proceso, lo cual implica que ni siquiera pueden ser investigados e imputados mientras gozan de esos fueros.

Evidencias

Más allá de las últimas declaraciones del ex fiscal Gustavo Ponce Asahad, en la que implicaba al senador Armando Traferri con un rol destacado en la organización, los fiscales Edery y Schiappa Pietra aseguraban tener un cúmulo de pruebas contra el legislador, pruebas que llevaron ante la Cámara Alta santafesina para pedir el desafuero. Entre las mismas mencionaron desgrabaciones de llamadas telefónicas, cruces de antenas, mensajes de audio y de texto y foto, entre otras, que probarían que la relación de Traferri con Peiti data desde el año 2017, mucho antes de lo que afirmó en su declaración judicial y en conferencia de prensa.

En el escrito presentado ante el Senado, los fiscales afirmaron saber de forma «fehaciente» que «el escrito que el senador Armando Traferri presentó ante las oficinas de fiscalía en fecha 9 de diciembre de 2020, que ratificó cuando compareció ante estos fiscales, contiene afirmaciones de hecho sobre su relación con Leonardo Peiti que se contraponen con la evidencia objetiva existente a la fecha en esta causa».

Según detalla el documento, «el senador afirma que ‘conoció a Leonardo Peiti en el marco de las tratativas por acordar un supuesto proyecto de ley o convenio interprovincial para la explotación de juegos de azar en locales de lotería de la provincia de Santa Fe. Por eso afirmó que le encomendó a un ex diputado provincial Darío Scataglini que se encargara de atenderlo».

Sin embargo, entre la prueba acumulada hay evidencia que los primeros contactos entre ambos comenzaron en el año 2017, cuando ya había varios miembros de la familia de Peiti procesados y detenidos por juego clandestino. De hecho los ubican a ambos en Ricardone, localidad donde Traferri posee una casa.

También hablan de varias llamadas telefónicas, por ejemplo, una con fecha 23 de agosto de 2017, entre Peiti y el entonces secretario legislativo de la Cámara de Senadores, Ricardo Paulichenco, en la que este le detalla que habló con Traferri quien ahora se iba a reunir con el ministro de Justicia, Ricardo Silberstein y el fiscal general Jorge Baclini, para «bajarle línea» sobre el artículo 301, que en el código penal refiere al juego clandestino.

Eso no es todo, tan solo unos días antes, Peiti y Paulichenco mantuvieron un encuentro en Santa Fe, en la heladería Freddo ubicada frente a plaza Puerredón. Y antes de esa reunión, sostuvieronuna comunicación telefónica que duró varios minutos.

Además, los fiscales comprobaron que Paulichenco, fallecido a fines de 2019, se comunicaba telefónicamente con Peiti varias veces por día y, acto seguido, lo hacía con Traferri.

Otro mensaje, de entre los tantos que constan en el expediente, que destaca es uno de la secretaria privada de Peiti, en la que ella le avisa que tiene que viajar a San Lorenzo y le pregunta «si tenía algo que llevarle al Pipi» (apodo de Traferri).

También, entre las pruebas citadas por los funcionarios judiciales, figuran algunas fotos encontradas en uno de los back up que Peiti hacía de sus teléfonos moviles, en la que se lo ve a Traferri haciendo asado en su casa, situación que para ellos demestra una relación de familiaridad entre ambos.