Este martes, en el marco del juicio que se le sigue a Ariel Máximo Cantero y otras 5 personas por las balaceras contra el Poder Judicial ocurridas en el año 2018, fue el turno de sentarse ante el tribunal como testigo, del ex ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro.

El actual diputado y precandidato a senador, explicó ante los medios que citado a declarar como ministro de Seguridad y que su declaración se basó en el perjuicio que le causaron al Estado los diferentes atentados «que se llevaron adelante durante más de 100 días y que tenían un claro objetivo: atentar contra las instituciones democráticas de la provincia de Santa Fe y quebrar la decisión del Estado santafesino de tener condenas ejemplares sobre esta organización criminal».

Pullaro detalló que durante su declaración también habló sobre el perjuicio que significaron dichos atentados para la ciudad, no sólo económico, porque la mayoría de los operativos se disponían con horas extraordinarias de la policía de Santa Fe, para no descuidar las tareas preventivas, sino del perjuicio a la ciudadanía en su conjunto por la cantidad de hombres que hubo que disponer en función de la peligrosidad de estos atentados, cuyo objetivo que era quebrar las instituciones democráticas».

 

El ex titular de Seguridad se mostró extremadamente crítico con la actual gestión y afirmó que no le sorprende que «Guille» Cantero siga actuando desde la cárcel, ya que «hay un nivel muy bajo de cuidado de los presos de alto perfil por parte del Servicio Penitenciario Federal y también del provincial». Además, aseguró que esta administración disolvió muchas herramientas que se habían coordinado con los distintos poderes, como las celdas de alto perfil. «Si ven lo que está ocurriendo en el Servicio Penitenciario de Santa Fe, donde prácticamente hay una fuga por semana, eso sucede porque todos los recursos que se habían destinados para aislar a los presos de alto perfil, que hacían que estén con un cuidado y resguardo mayor, eso también se disolvió».

En relación al episodio en que fue baleado el auto en el que se trasladaba su secretario privado, en aquellos años, Pullaro recordó que fue un momento que se vivió con mucha angustia. «Fue un momento muy difícil, la provincia estaba viviendo mucha preocupación y mucha angustia, y entendimos que no teníamos que victimizarnos y avanzamos con la investigación en forma reservada».

El exministro recordó que en esa época tenía asignados tres vehículos, «un Focus, un Vento y una Amarok». «En esos días me habían  asignado la Amarok y, cuando a mi secretario se le rompe el auto, le dejé la camioneta y use el Vento. Y lo que pasó es que cuando él iba manejando en una zona vulnerable, se le puso una moto a la par y cuando la camioneta se detuvo en una vía, le dispararon. Tuvo mucha suerte porque el balazo le pasó muy cerca. Nunca se esclareció el hecho y no se dio con el responsable. Fue un momento muy difícil».