Este jueves, mediante videoconferencia la jueza Valeria Pedrana decidió prorrogar la prisión preventiva para Nicolás R., de 31 años, quien durante meses persiguió, hostigó y amenazó a su ex pareja. Además le imputó un nuevo delito ya que, a pesar de estar detenido en la Alcaidía de Rosario, el acusado violó la orden judicial que le prohibe acercarse y contactar a la mujer, y la llamó por teléfono.

En cuanto a los cargos nuevos, la fiscal María Teresa Granato imputó a Nicolás R., el delito de desobediencia judicial por el hecho del 24 de septiembre de 2020, cuando desde su lugar de detención, se comunicó con el celular de su ex pareja violando lo dispuesto en la orden emanada por el Tribunal de Familia el 17 de julio de 2020, en la que expresamente se le prohibe acercarse al domicilio de la víctima, extensiva a un radio de 200 metros de donde la misma se encuentre y a cualquier ámbito material en donde la denunciante desarrolle sus tareas laborales, recreativas o educativas. En la misma se lo obliga a cesar el  hostigamiento contra la mujer, que se daba en un contexto de violencia de género.

Además, la fiscal Granata solicitó que se prorrogue la prisión preventiva que Nicolás R. se encuentra cumpliendo desde el 3 de septiembre por los delitos de amenazax coactivas y desobediencia de orden judicial.

Los hechos que llevaron al imputado a prisión se desarrollaron en diversas ocasiones durante el mes de julio y agosto de este año. Dos de los hechos ocurrieron en el domicilio de la víctima, en calle Rioja al 3.700, cuando el imputado se presentó, intervino la llave térmica de la casa, y arrojó piedras contra las ventanas y escribió frases agraviantes y amenazas en la caja de luz de la casa. En una tercera ocasión volvió a presentarse en la vivienda, de la cual la mujer se tuvo que ir para que el acusado no la encuentre. Además se le achacó haber llamado 60 veces al teléfono celular de la víctima desde su teléfono.

Otro de los episodios por los cual Nicolás R. se encuentra en prisión preventiva ocurrió el 25 de agosto a la noche, cuando en distintos momentos fue a la casa de la víctima en auto y en moto para tocar insistentemente bocina durante horas.

Al día siguiente, el 26 de agosto, envió 8 mensajes y volvió a llamar, 27 veces a la joven y el 27 de agosto 11 veces más. Y el día 28, la interceptó en zona de Avenida Pellegrini y Avenida Belgrano, cuando la mujer iba en auto , y mediante distintas maniobras la encerró con su vehículo obligandola a detenerse para luegoa arrojarle distintos elementos contundentes.