El pasado martes 11 de octubre, la Cámara Federal de San Martín revocó el sobreseimiento al ex gerente de producción de Mercedes Benz Argentina, Juan Ronaldo Tasselkraut, y lo procesó por el secuestro de dos trabajadores, Héctor Ratto y Diego Núñez, los cuales ocurrieron durante la última dictadura cívico militar.

De esta forma, la Cámara revirtió parcialmente el fallo de la jueza federal Alicia Vence, que el 21 de abril pasado había considerado que no existían pruebas que vincularan a Tasselkraut con el secuestro de los trabajadores.

Tras este fallo, en mayo la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, junto a otras querellas y a la fiscalía, apelaron la resolución de la jueza de primera instancia Vence, al argumentar que la decesión era arbitraria y que había evidencia suficiente para que la responsabilidad de Tasselkraut en el secuestro de los operarios sea evaluada en un juicio oral.

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De los dos trabajadores secuestrados, Ratto –capturado en la oficina de Tasselkraut en agosto de 1977- fue el único sobrevivente. En reiteradas oportunidades, contó ante la Justicia que escuchó cuando el ex gerente, autoridad máxima de la fábrica, aportó la dirección de su compañero Núñez, quien aún se encuentra desaparecido.

En base a este testimonio, la Cámara Federal de San Martín procesó a Tasselkraut como partícipe necesario de la privación ilegal de la libertad de Ratto y de Núñez. Sin embargo, confirmó su sobreseimiento en el secuestro de otros cinco trabajadores de Mercedes Benz, quienes fueron privados de su libertad en la planta automotriz ubicada en el kilómetro 43,5 de la ruta 3 en la localidad de Virrey del Pino (La Matanza). Cabe destacar que los responsables militares de estos hechos ya fueron juzgados en la megacausa “Campo de Mayo”.

Dos semanas antes de ser sobreseído por la jueza Vence, Tasselkraut había presentado una declaración por escrito, en la cual se había declarado “absolutamente ajeno” a los hechos que se le imputaron, aduciendo que “carecía de capacidad decisoria” por “no formar parte del directorio de la empresa” y por desempeñar una labor “absolutamente técnica”.

Si bien en esta planta de Mercedes Benz hubo 17 trabajadores secuestrados, de los cuales 14 permanecen desaparecidos, esta empresa no fue la única que entregó a empleados –principalmente los que tenían una activa militancia sindical- a los militares: a la larga lista se suman firmas como Vicentin, Ford, Acindar, Molinos Río de la Plata y Ledesma, entre otras.