La jueza Mónica Lamperti quien presidió la audiencia imputativa a los once acusados por lavado de activos y fraude inmobiliario resolvió este martes, tras una maratónica audiencia de más de 15 horas, dictar prisión preventiva efectiva para nueve de los once imputados.

En ese marco y tras escuchar las acusaciones y defensas dictó prisión preventiva hasta el 12 de diciembre para Juan Roberto Aymo, Juan Bautista Aliau, Maximiliano Rodrigo Fabián González,  De Gaetano, Leandro David Pérez, Eduardo Martín Torres, Marcelo Basilio Jaef.

En tanto para Jonatan Javier Zarate y Jorge Oneto dictó prisión preventiva por 30 días, mientras que Pablo Marcelo Abdala y Luis María Kurtzemann quedaron en libertad al ofrecer una fianza de 800 mil pesos cada uno, deberán fijar domicilio y presentar un garante, además de presentarse cuando la fiscalía lo requiera.

Por otra parte, a Ramona Isabel Rodríguez también la jueza le dictó prisión preventiva hasta el 12 de diciembre, pero bajo la condición de cumplimiento domiciliario.

Durante la audiencia que tuvo inicio a las 9 de la mañana y terminó pasada la medianoche de este martes, la magistrada Mónica Lamperti escuchó las acusaciones a cargo del fiscal de la Unidad Fiscal de Delitos Económicos y Complejos, Sebastián Narvaja que en principio realizó la imputación a Pablo Marcelo Abdala, quien no se encontraba en el país el viernes pasado en la audiencia imputativa del resto de los acusados.

Narvaja le imputó a Abdala los delitos de lavado de activos en carácter de autor en concurso real con falsificación ideológica de instrumento público en carácter de coautor y en concurso real con asociación ilícita en carácter de coautor.

Acto seguido, la jueza escuchó a los imputados que manifestaron el deseo de declarar y en primer lugar Juan Roberto Aymo, acusado de uso de documento público falso destinado para acreditar la identidad de las personas, falsificación ideológica de instrumento público, uso de documento público falso ideológicamente, falsificación ideológica de instrumento público y estafa en 4 hechos, lavado de activos y asociación ilícita; todos en carácter de coautor.

En su descargo, Aymo relató: “Niego los hechos, soy inocente, no tengo vínculos con la banda de Los Monos y no los conozco ni por los diarios. Soy comerciante, viví siempre de mis negocios y los hice bien”.

Luego fue el turno de Eduardo Martin Torres, acusado de falsificación ideológica de instrumento público, uso de documento público destinado para acreditar la identidad de las personas falso en carácter de coautor por cinco hechos, uso de documento público materialmente falso en carácter de autor, falsificación ideológica de documento público por tres hechos, estafa en carácter de coautor por tres hechos, tentativa de estafa en carácter de partícipe necesario, estafa en carácter de partícipe necesario y asociación ilícita en carácter de coautor, quien expresó “no formo parte de ninguna asociación ilícita y de ninguna banda y hago mi trabajo de forma ilícita”.

Asimismo, Jonatan Javier Zarate acusado de falsificación ideológica de instrumento público, uso de instrumento falso ideológicamente, estafa por dos hechos en carácter de coautor y asociación ilícita en carácter de coautor, manifestó ante la magistrada “niego los hechos que se me imputan, soy inocente, soy un hombre de trabajo y no conozco a nadie de los mencionados”.

A su turno Ramona Isabel Rodríguez acusada falsificación ideológica de instrumento público en dos hechos, estafa en carácter de coautora, uso de documento público materialmente falso y asociación ilícita en carácter de coautora, dijo “me declaro inocente no formo parte de ninguna banda y de ninguna asociación ilícita”.

Quien se explayó por más tiempo fue Marcelo Basilio Jaef quien manifestó “la verdad que no sé por dónde empezar, por el hecho más sencillo porque me imputan dos causas. En la primera causa una tentativa de compra de inmueble de calle Presidente Roca. Antes de comprar un inmueble siempre voy a mi escribano de confianza para llevarle la papelería, para controlar los títulos y me dijo que había algo que no le cerraba, algo raro por alguna irregularidad y confío en él. Insiste en que no le gustaba algo porque descubrió una firma que no correspondía. No tengo más nada que hacer, no lo compre, no hice la compra, hice la denuncia y me retiré. De todo lo que nos acusan tendría que estar 5 días pero voy a resumir”, indicó en la primera parte de su alocución.

Y continuó, para referirse al segundo caso que se le imputa “nos acusan de ser una banda. Con Abdala nos une una amistad, estudiamos juntos. En cuanto a la banda, dicen que es por un solo bien no conozco a Aymo ni a Torres, y las causas por las que se los acusan no sé si son verdad o no. El colegio de escribanos tiene que definir si los profesionales son buenos o malos. Al escribano Aliau lo conozco en el único momento de la firma de la escritura. Yo compro el campo por medio de una escritura, a mi me vendió una persona física, real que firmó delante de mí. La única manera de comprar un bien es ir a la escribanía que me certifica que no hay inconvenientes. Compro el campo que no servía para nada, estuvo abandonado y nadie hizo nada, no hay nadie adentro, se me acusa de que me desligue de forma inmediata. En el allanamiento entregue todos los documentos. Cuando compro una propiedad no sale de mi patrimonio. No pertenezco a ninguna banda lo tuve un año y me di cuenta que no servía, lo tuve en mi patrimonio, pagué todos los impuestos y después lo vendí. Al comprador lo conozco socialmente y el intermediario fue Leandro Pérez”.

Luego detalló que “vendí el campo, compré una propiedad, ¿lo cual me pone en una red de lavado de dinero de narcos? Nadie puede discutir mi honorabilidad, 33 años de trabajado en una de las mejores esquinas de la ciudad”. Y agregó “parece que ser fanático de los autos también es un problema. Nadie puede decirme cuántos autos tener y cuando venderlos. Están todos declarados a nombre mío y comprados de 0 kilómetro. Me ocupé de tener mi nombre de forma intachable, para que los medios y el fiscal salgan a decir ahora las barbaridades y mentiras que están diciendo”, Y advirtió “voy a tomar las medidas necesarias y que estén a mi alcance para limpiar mi nombre”.

También se quejó “me acusan de tener actividad lícita, claro tengo un instituto hace 33 años y parece que eso tampoco es bueno porque me pone en una situación complicada. ¿Quién determina mi nivel de vida, eso es en función de mi actividad, que es lícita, no entiendo, no tengo ninguna relación ni conocimiento de una banda. A Oneto lo conozco socialmente a Pérez lo conozco porque compro autos. La primera vez que lo vi a Aliau y a Kurtzemann fue en la escribanía. No entiendo lo de la banda, lo de las células, lo del narcotráfico, estoy anonadado,  no hice nada para estar acá y menos en la cárcel. Quiero que se la aplique la justicia, yo no voy a ensuciar mi nombre. Se ocuparon del chiquitaje, miren todas mis propiedades, no tengo nada que ocultar. Espero que esto termine lo antes posible y que cada uno se haga cargo de lo que hizo. Yo no hice nada”, concluyó.

Además Maximiliano Rodrigo González De Gaetano quien fue acusado de falsificación ideológica de instrumento público, estafa, lavado de activos y asociación ilícita en carácter de coautor, declaró “mucho no entiendo, pero me llama poderosamente la atención. Niego todos los cargos que se me imputan. Uno hace todo por los carriles legales, tengo 48 años y no tengo ninguna relación con Los Monos. Es una locura, vivo en la misma casa hace 20 años, nunca tuve un inconveniente con nadie. Uno va por todos los carriles legales no sé dónde puedo estar involucrado en una situación. Niego absolutamente tener contacto con ninguna banda criminal, niego todo absolutamente”, y aunque se negó a responder preguntas, sólo lo hizo a las que le formuló su abogado para aclarar que “vivo con mi mamá que tiene una discapacidad y está a mi cargo. También mi hija menor de edad está a mi cargo”, finalizó.

A su turno, el escribano Juan Bautista Aliau acusado de falsificación ideológica de instrumento público, uso de instrumento público ideológicamente falso, estafa, lavado de activos y asociación ilícita en carácter de coautor, manifestó “tengo 45 años, soy escribano desde 1998, desde el 2012 atravieso una situación anímica de depresión que me llevó una separación y a vivir con mis padres que me ayudan con mis hijos cuando están conmigo. Desde hace más de un año no ejerzo la profesión y estos días tramité la baja de mi matrícula. La acusación se refiere a mi intervención profesional en dos oportunidades. Aymo me dice que quiere comprar un campo hago todas las verificaciones del caso y me contacto con el escribano anterior, redacto la escritura que luego se escribe en el Registro. Luego se vuelve a vender y los compradores me piden que intervenga, lo cual es bastante habitual. Se hace el mismo procedimiento y le entrego a Jaef y Abdala que los nuevos compradores y ésa fue toda mi intervención. Espero que se resuelva todo esto acá”.

Luego Leandro David Pérez, conocido empresario por mantener una relación con la mediática Vicky Xipolitakis, fue acusado por los delitos de lavado de activos y asociación ilícita en carácter de coautor, declaró que “mi trabajo denota de más de 25 años que estoy inscripto y desde esa fecha hago las cosas como corresponde. Una de mis empresas la ganancia fue de 100 mil pesos y está todo documentado. Con respecto a la compra del campo ¿Cómo podemos saber si una compra fue ilícita? Desconocemos eso, se nos vincula a una red. ¿nosotros que sabíamos que todo arranca con un poder falso? No tenemos forma de saber eso. Qué pasa que el gobernador tiene que tirarse contra nosotros, ahí arranca toda la locura de todo esto. Es entendible que estemos presos porque se movilizaron más de 200 efectivos, hicieron un desastre. ¿Por qué no nos citaron antes? Me rompieron todo para buscar un papel. Con la banda de Los Monos no tengo ningún vínculo. Nunca tuve relación con ninguna banda narcocriminal. En Reina me hicieron un desastre, mi empresa era la más grande y a Los Monos le secuestraron un montón de vehículos y ninguno fue vendido por mi empresa, es una locura esto. Cuando se compró el campo y no servía para nada teníamos la posesión nos sentamos con gente de cloacas con gente de planeamiento y nos dijeron que no servía. Lo compramos para hacer un loteo y no lo podíamos hacer porque no servía para nada. Nada que ver con todo lo que dicen, es una locura que estemos detenidos.  Cómo puede ser que se nos impute. Estamos presos por comprar un campo”, y en medio de un desesperado llanto, le suplicó a Lamperti, “señora jueza no se deje influenciar por gente que quiere hacerse ver, por favor por mi familia se lo pido”, finalizó.

Más tarde, el contador Jorge Oneto acusado de lavado de activos, falsificación ideológica de instrumento público y asociación ilícita en carácter de coautor, declaró: “Vivo en Rosario, tengo tres hijos, desarrollo toda mi actividad en la ciudad desde hace muchos años y me gustaría hacer algunas consideraciones al respecto. Y si luego tuviese que ampliar la declaración lo haré. Con respecto al campo, como contador tomo contacto, a partir de mis actividades lícitas, como dice el fiscal y es por eso que tengo actividades con socios. Pérez quiso comprar un departamento de Villa Joaquina, se hace la compra y queda un saldo. Al tiempo me dice que perdió la posibilidad de cancelar pero que tiene un campo. Como no conozco del tema me contacto con un especialista para que me ayude a ver la viabilidad del negocio. Después de unos días el señor dice que el campo es malo pero que está en Villa Amelia que puede hacerse un parque industrial. La propuesta me interesó, me resultó muy interesante. Cuando me contacto con ellos tomo todos los recaudos y mecanismos para hacer la transacción y me dice que estaba en condiciones de lotearlo y que estábamos en condiciones de escriturarlo. Era un negocio como tantos otros que hago, el escribano era Kurtzemann.  A los pocos días me contactó el escribano para decirme que había algún problema pero se iba a resolver el jueves. El miércoles me allanaron todo, salgo de mi casa a la mañana para llevar a mi hijo a la escuela y me encuentro con un oficial con un fusil en la puerta. Nosotros hasta el momento de mi detención mi relación con Jaef y Abdala fue por la compra del campo”. También se encargó de aclarar que “yo por el campo entregué bienes, tres departamentos y dinero”.

Luego llegó el turno del escribano  Luis María Kurtzemann  acusado de lavado de activos, falsificación ideológica de instrumento público y asociación ilícita en carácter de coautor, manifestó ante la jueza “tengo 46 años, desde el 98 soy escribano nunca tuve sanción, sumario o inhabilitación, ni problemas con ningún organismo. En este caso ocurrió que se presentó Oneto y me dijo que quería comprar un campo, pedí la documentación pertinente y verifiqué como estaba inscripto y veo los títulos anteriores, y no tenía ningún problema. Aliau me facilitó la documentación y verifiqué que no tenga ningún vicio y estaba todo bien, eran válidas. Una de las ventas se hace con un poder del escribano Torres con lo cual tomo la precaución del caso y le pido a Torres la copia del poder. Presenté certificado de catastral y registral que no me informa ninguna irregularidad organizo la escrituración para el 27 de marzo. Luego me dice que el título tenía un problema y pido el tomo. Me dicen que tiene una intervención litigiosa por delitos económicos y no tengo acceso. Me pregunto ¿cómo puede ser si hice todo el procedimiento. Lo llamo a Aliau para preguntarle y me dice que le secuestraron el protocolo y le digo porque no me avisó. Voy a Torres y le consulto por el poder y me dice que le secuestraron el poder. Por lo tanto yo no sabía. Me comunico con Oneto para comunicarle que hay un problema de anotación litigiosa. Tomé todos los recaudos pero lo anterior lo desconozco. El día 18 yo tenía todo listo para escriturar y si me hubiesen avisado antes no escriturada. Cuando me entero de la litigiosidad me pongo loco porque me veo envuelto en una asociación ilícita con gente que no conozco. Me dedico a hacer las cosas bien, las escuchas son posteriores y no tengo nada que ver con una asociación ilícita. Yo no necesito tener problemas yo trabajo bien”, sentenció el acusado.

A su turno, Pablo Marcelo Abdala, acusado de lavado de activos, falsificación ideológica de instrumento público y asociación ilícita en carácter de coautor, declaró ante Lamperti “pido disculpas, estoy pasando un momento irregular, hace 5 días que no duermo. No puedo creer que una persona crea las imputaciones que me hacen, me destrozó la vida. Soy una persona honesta, soy inocente a los 18 años empecé a trabajar, hace 20 años que trabajo en la compañía, constituí una familia sana, estoy casado hace 30 años, tengo 4 hijos, una familia sana. Nos fuimos como lo hacemos todos los octubres con mi esposa de viaje. Me puse a disposición. Me comuniqué para decir dónde estaban las llaves cuando me informaron del allanamiento, di la combinación de la caja fuerte y me volví inmediatamente. Tenía captura internacional y tuve que llevar algunos amigos para garantizar que iba a volver. Me presenté apenas volví. Hace unos años le presté dinero a Jaef, una persona honesta. Al tiempo le pedí la devolución y me invitó a participar de la compra del campo, un porcentaje era mío y me interesó porque trabajo en el grupo América que tiene un grupo de empresas de las cuales una se dedica al loteo de terrenos. Mandé a Tomás Ferguson para que vea el campo, un dron y una persona especializada en campos. Me dijeron que el campo era inundable que no estaba cercado y que no servía y lo vendimos. Pero yo no participe de ninguna compra, ni ninguna venta y ninguna asociación ilícita”, relató el gerente de un medio de la ciudad.

A su turno los defensores refutaron la imputación de los hechos haciendo hincapié en la falta de pruebas para achacar la figura de asociación ilícita, en lo que coincidieron todos los letrados. Por otra parte, le hicieron saber a la jueza que sólo aceptaban el delito de estafa, aunque aclararon que tampoco la fiscalía cuenta con elementos suficientes para tal acusación.

Para los defensores la evidencia colectada por el Ministerio Público de la Acusación no cuenta con elementos suficientes por lo tanto los delitos que se le imputan a los acusados de de difícil probanza.

A su turno el fiscal Sebatián Narvaja realizó un detalle pormenorizado sobre el accionar de la banda delictiva “quienes se ocupaban de captar inmuebles y a través de documentación falsa efectuar una serie de compras y ventas para luego insertarlos en el mercado con apariencia lícita y obtener beneficios personales y colectivos”.  Por otra parte los acusó de tener vínculos con la banda narcocriminal Los Monos en relación con el lavado de activos”.

Para fundamentar las acusaciones se basó en la evidencia aportada en el informe de análisis reticular realizado por el área técnica de PROCELAC (Procuración especializada en Criminalidad Económica y Lavado de Activos), de la UFE Delitos Económicos y Complejos sobre la posible existencia de operaciones de lavado de activos vinculadas con maniobras de fraudes inmobiliarios, informe de relevamiento de causas judiciales penales producido por la Oficina de Investigaciones de la Unidad Fiscal Especial de Delitos Económicos y Complejos, informe de análisis de perfiles patrimoniales elaborado por la Oficina de Investigaciones de la Unidad Fiscal Especial de Delitos Económicos y Complejos, informe de análisis de llamadas telefónicas producido por la Secretaría de Análisis y Articulación de Procesos del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe.

Finalizada la audiencia el fiscal Narvaja expresó a los medios que están «muy conformes con la decisión, después de una audiencia muy larga» y afirmó que puede haber más detenciones en los próximos días. Además agregó que «ahora debemos seguir trabajando porque luego de los procedimientos de la semana pasada se secuestró mucha documental para analizar. Las computadoras, todos los registros de información patrimonial, documentación de operaciones financieras, escrituras, boletos de compraventa de automotores y es un análisis económico que hay que hacer», señaló.

En tanto, el fiscal añadió que «es importante el recupero de los activos del origen delictivo y reintegrarlos a las víctimas. Trataremos en cada caso que la enajenación de esas propiedades fue fraudulenta, como para que los bienes vuelvan a manos de las víctimas, pero no será algo inmediato», concluyó.

El fiscal tiene una teoría del caso que identifica tres células con funciones específicas que a su vez se contactan con otros integrantes de la organización para realizar las maniobras fraudulentas, y las representó en el siguiente esquema:

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