Este miércoles, en la ciudad de Santa Fe, comenzó el juicio a un hombre de 37 años acusado de abusar sexualmente de su hijo de cinco años.

Según detalló la fiscal Alejandra del Río Ayala, se trata de un hecho que «se investiga desde fines del año 2016». «Se trata de un niño muy pequeño que fue abusado en reiteradas oportunidades. No tenemos la precisión exacta del tiempo en que se desarrollaron los abusos precisamente porque la edad del nene hace que no pueda dar cuenta de cuando empezó a ocurrir. Lo que si está probado es que ocurrió en reiteradas oportunidades», afirmó la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación.

Según los detalles que brindó la fiscal, «el niño se lo contó a su mamá y a un montón de otras personas, que son quienes van a declarar en el juicio y fue la madre del pequeño la que realizó la denuncia·

«Estamos ante un claro acto de pedofilia», remarcó del Río Ayala, al mismo  tiempo que señaló que «es uno de los delitos más aberrantes que se pueden cometer contra una persona, en especial cuando las víctimas son niños o niñas». “No solo por los derechos vulnerados, sino también por lo traumático que resultan estas acciones y las consecuencias que producen o podrían producir a lo largo de la vida de una persona”, agregó.

La funcionaria judicial especificó que “el delito se reiteró en diversas oportunidades –sin acceso carnal– durante un período de tiempo prolongado. Varias de ellas fueron en una casa ubicada en la zona norte de la ciudad, en la que vive la abuela materna del menor». «La última vez fue en ocasión de haber llevado a su hijo al Parque Federal en el marco de un régimen de visitas pautado judicialmente”.

Además, la fiscal remarcó que «el acusado forma parte del círculo más íntimo de confianza de la víctima, que quedaba al cuidado exclusivo de su padre». «Tiene un deber general de cuidado respecto del niño que lo obliga a abstenerse de ciertas conductas y cuidar que no quede expuesto a ciertos riesgos”, añadió.

“El acusado no sólo abusó de su confianza y vulneró la idea de ‘familia’ como núcleo primario de contención, apoyo y protección, sino que también desvirtuó por completo la figura del progenitor y el rol que tradicionalmente debe cumplir”, explicó la fiscal, e hizo hincapié en “el sometimiento sufrido por la víctima; el aprovechamiento de su vulnerabilidad (por su edad y su situación de dependencia); la clandestinidad de las acciones del acusado y el uso del espacio físico común de convivencia; y las consecuencias psíquicas en la vida y desarrollo sexual del niño».

El padre del pequeño está imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante calificado por el vínculo y por ser el encargado de la educación o guarda. La denuncia fue realizada por la madre de la víctima y ex pareja del acusado.