Los teléfonos celulares de los cinco detenidos por el abuso sexual de una adolescente de 14 años en el camping El Duranzo de Miramar comenzarán a ser peritados hoy en busca de textos e imágenes que puedan aportar evidencia a la causa, informaron fuentes de la investigación.

Las diligencias se realizarán durante esta jornada en la Ayudantía Técnica de la Instrucción, dependiente de la Fiscalía General de Mar del Plata.

Los pesquisas buscarán en los teléfonos mensajes e imágenes cruzadas entre los detenidos con el fin de obtener elementos para avanzar en la investigación del hecho de abuso cometido la madrugada de Año Nuevo en el camping situado a la altura del kilómetro 1 de la ruta provincial 11, en Miramar.

En el marco de la causa se encuentran detenidos en el penal bonaerense de Batán Lucas Pitman (21), Emanuel Díaz (23), Tomás Jaime (23), Roberto Costa (21) y Juan Cruz Villalba (23)), quienes ya fueron indagados por la fiscal Florencia Salas, ante quien declararon que no existió abuso sexual alguno.

En tanto el pasado viernes, la adolescente que denunció el ataque declaró en cámara Gesell, contenida por una psicolga.
Para mañana, en tanto, está previsto el inicio de los análisis químicos en las prendas de vestir secuestradas, y el 10 de enero, las pericias toxicológicas.

Primero se analizará el material biológico que pueda hallarse en las prendas y, de encontrarse, será sometido a un cotejo de ADN.

El hecho ocurrió la madrugada del 1 de enero, cuando la víctima estaba alojada junto con sus padres en un bungalow del camping, mientras que los cinco jóvenes habían acampado en una zona arbolada.

Tras el brindis de Año Nuevo, la madre de la adolescente advirtió su ausencia y comenzó a buscarla por el predio, hasta que la encontró en una carpa junto a los jóvenes, presuntamente alcoholizados, según la denuncia realizada.

La mujer llamó a la Policía y radicó la denuncia en la comisaría de la Mujer de Miramar, tras lo cual los sospechosos fueron detenidos y se les secuestraron sus efectos personales, una camioneta blanca en la que se movilizaban y una carpa iglú.

Las primeras pericias confirmaron que la adolescente presentaba lesiones en la zona vaginal compatibles con un abuso sexual.