La UFI‐AMIA informó a la justicia estadounidense que Antonio «Jaime» Stiuso es requerido para prestar declaración en la causa que investiga el atentado contra la mutual judía e indicó que «en el marco de la presente investigación se ha dispuesto recibirle declaración testimonial dentro de los diez días de notificado». En el exhorto subrayaron que el requerimiento se debe a «la singular trascendencia que para la investigación tendría el testimonio» de Stiuso y a «la voluntad» que el propio exespía «manifestó por escrito ante esta Unidad Fiscal y ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación de prestar declaración».

Además, los fiscales enviaron un oficio a la sede central de Interpol en Lyon, Francia, para que «retransmita a la Secretaría General» de esa agencia policial «la queja formal de esta Unidad Fiscal a raíz de la falta de cooperación» por parte de la sede de Interpol en Washington. Los fiscales fundamentaron el envío del exhorto citando una serie de tratados y convenios internacionales como el «Tratado de Asistencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales entre el gobierno de la República Argentina y el gobierno de los Estados Unidos de América, suscrito en la ciudad de Buenos Aires, el 4 de diciembre de 1990 (ley 24.034)»

El director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli, confirmó que Stiuso fue retenido en la frontera con Uruguay en febrero pasado, pero explicó que la fiscal Viviana Fein «ordenó» que se lo dejara cruzar al vecino país. «En febrero retuvimos a Stiuso en la frontera y la fiscal Fein ordenó que lo dejáramos ir», explicó Parrilli luego de que trascendiera en la prensa que el 18 de febrero último, autoridades de Migraciones lo retuvieron durante una hora en la ciudad entrerriana de Colón. «Stiuso pudo salir del país porque no tenía ninguna restricción judicial«, señaló Parrilli, al tiempo que indicó que el exagente «se fue por la frontera ColónPaysandu con un pasaporte italiano para no dejar rastros».

Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, señaló que el Gobierno no tenía «elementos» para retener a Stiuso en la frontera y que la única forma de hacerlo hubiera sido con «una orden judicial expresa». «No es que el Gobierno sea el dueño de la libertad de las personas, no lo es», advirtió Fernández. El ministro coordinador sostuvo que por entonces, Stiuso había ido a la Justicia por la causa Nisman «prácticamente en forma clandestina», sin que el Gobierno lo supiera. Respecto de las denuncias penales que el Gobierno presentó contra el exagente, Fernández aclaró que «todas son después (de que dejó el país), fruto de la investigación que el propio titular de la AFI viene haciendo con el propio personal de la agencia». El funcionario reiteró que había una «relación que era un ida y vuelta entre Nisman Stiuso» en el marco de la causa AMIA y sostuvo que «aparentemente» avanzaban con la investigación pero realizaban «una farsa en la cual gastaban fortunas».

En este sentido, el jefe de Gabinete señaló que «nunca hicieron nada» para encontrar a los responsables de la voladura de la AMIA y que al detectarse eso «comienzan todas las denuncias en el momento oportuno». En la última Asamblea General de la ONU, la presidenta Cristina Kirchner le había pedido explicaciones a Estados Unidos sobre la permanencia de Stiuso en ese país y remarcado que no hubo ninguna respuesta. La Argentina envió datos a Interpol con direcciones de Estados Unidos donde supuestamente se encontraría el exespía.    El último jueves se supo que una fuerza de seguridad estadounidense hizo una consulta sobre Stiuso en la base de datos de Interpol, agencia a la que la Argentina le pidió que emitiera una alerta azul para dar con el paradero del exespía. Sin embargo, no trascendieron detalles aún sobre si ya dieron con el exespía argentino.