Este miércoles se escribió un nuevo capítulo en la investigación del crimen del ex concejal Eduardo Trasante. Dos personas fueron imputadas por comprar el auto utilizado y trasladar en el mismo a los sicarios que ejecutaron al pastor. Los fiscales que encabezan la investigación no descartaron aún que los imputados hayan tenido otra participación más activa y adelantaron que hay varias pistas que indican que la orden de acabar con la vida del ex edil partió del penal de Piñero.

Los fiscales Matías Edery de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos y Gastón Ávila, de la Unidad de Delitos Complejos imputaron a Brian Nahuel A. y Aníbal Maximiliano G. por haber comprado el Peugeot 308 Allure modelo 2012, que fue robado en una entradera en la zona sudoeste de la ciudad días antes del crimen. Por el robo del vehículo, fue imputado Ariel Hernán S. el lunes pasado.

De acuerdo a lo expuesto en la audiencia, el 11 de julio pasado, alrededor de las 22, ambos imputados adquirieron el vehículo en inmediaciones de Garzón y Demestris, por la suma de 20.000 pesos. «Posteriormente, y en base a un plan diseñado junto a al menos dos personas más provocan, el fallecimiento de la víctima Eduardo Enrique Trasante, cumpliendo con su rol respectivo consistente en la logística de transporte de llegada y salida de las personas encargadas de ingresar a la vivienda de la víctima y disparar a la víctima».

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El juez penal de Primera Instancia, Hernán Postma dictó para ambos acusados la prisión preventiva efectiva por los plazos de ley.

Datos y conjeturas

En cuanto a la investigación, el fiscal Matías Edery señaló, en diálogo con la prensa, que ambos acusados tuvieron una «participación muy importante», ya que pusieron a disposición de un plan criminal que evidentemente existió, el vehículo para llevarlo a cabo. «No descartamos que hayan tenido otra participación pero hasta ahora podemos asegurar esto». «Compraron el auto en una transacción ilegal y eso está acreditado», afirmó.

En relación a la hipótesis de la motivación del homicidio, Gastón Ávila dijo que hay varias vías de investigación en trámite y aún no se puede adelantar nada. Sin embargo, aseguró que cree que se están «acercando a la persona que dio la orden de llevar a cabo el asesinato», y que se trata de una empresa criminal mucho más grande que las dos personas que fueron imputadas este miércoles.

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En esa misma línea, Edery reveló: «Este es un plan que se tramó entre más personas y tenemos datos ciertos de que la orden o al menos parte de ella habría venido desde dentro de la cárcel de Piñero y es lo que estamos investigando». Y especificó que esa sospecha se basa en algunos mensajes y llamados detectados en algunos teléfonos celulares incautados.

Los funcionarios judiciales apuntaron que Eduardo Trasante dejó de realizar tareas pastorales en Piñero en noviembre de 2019. «Esa fue la última vez que fue y estamos investigando por qué dejó de ir».