La Justicia determinó que el club Newell’s Old Boys deberá pagar un millón de pesos a los padres de Gonzalo Ferraro, un hincha del club que murió en un “banderazo” en el año 2005.

Lo resolvió el juez en lo civil y comercial Fabián Bellizia y argumenta la responsabilidad del club en la disposición del mismo en prestar sus instalaciones de forma voluntaria para realizar el tradicional evento de los simpatizantes del club. Considera además que esta actitud implica asumir la responsabilidad de la seguridad y cuidado de los asistentes.

El juez tuvo en cuenta que para el festejo la institución contrató el servicio de adicionales de 20 policías, lo cual considera un número insuficiente para la cantidad de personas que ingresaron al estadio. Además no se contrataron servicios de paramédicos y ambulancias.

El juez Bellizia consideró que las medidas adoptadas por el club no fueron suficientes para controlar a los hinchas y evitar las agresiones y por lo tanto no se pudo atender en tiempo y forma a la víctima.

En consecuencia, y tras evaluar las circunstancias del hecho, el magistrado resolvió que el club Newell’s Old Boys debe abonar a los padres del joven fallecido la suma de 330.000 pesos que con los intereses correspondientes fue elevada a un millón de pesos.

El 17 de febrero de 2005 Gonzalo Ferraro de 21 años falleció tras recibir un disparo dentro del estadio del Parque Independencia en el tradicional “banderazo” que los hinchas de Newell’s realizan antes de cada clásico.