Diego Lagomarsino calificó de «mentirosa» a la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, por haber dudado de su rol como asistente informático de su ex esposo, el fallecido fiscal Alberto Nisman, y negó que las pericias hayan detectado programas espías en las computadoras y los teléfonos celulares del ex titular de la UFI-Amia.

Así lo afirmó en declaraciones formuladas anoche a la señal de TV La Nación+, donde además sostuvo que sería una «gran injusticia» que fuera detenido por el caso.

«Arroyo Salgado es una mentirosa», respondió luego de que le pasaran un audio de la jueza en el que sostuvo: «De acuerdo a lo que se pretende sostener, Diego Lagomarsino sería el asesor informático de Alberto Nisman. Ahora, lo que han arrojado los peritajes informáticos que se hicieron en la etapa Fein-Palmaghini era que todos los aparatos de telefonía celular y computadoras de Nisman estaban infiltrados con programas espías. Entonces cuanto menos debo pensar que Lagomarsino no desarrollaba ese trabajo».

En ese marco, Lagomasino agregó: «Es la ignorancia en el grado más alto. Es mentira, ninguna pericia dio que hay programas espías ni troyanos. Lo que acaba de decir es la injuria más grande que escuché en el último tiempo, es una mentirosa«.

«Me sacó que diga eso, porque no es mi tía Rita de Adrogué, es una jueza federal que leyó la pericia y eso que está diciendo es mentira, apuesto su puesto de juez que la pericia no dice eso«, agregó el especialista informático que le dio a Nisman el revólver del cual salió el disparo que terminó con su vida el 18 de enero de 2015.

Asimismo, el técnico remarcó que Arroyo Salgado «también dijo que hubo un tiro en la nuca, y fue en la sien», aunque de inmediato añadió: «Lo que no significa nada porque un tiro en la sien puede ser un suicidio o un homicidio o un autodisparo».

Lagomarsino dijo además que «sería la injusticia más grande que hay» que él fuera detenido y remarcó que «es un delirio decir que la computadora está infiltrada».

Por otra parte, sostuvo: «No me arrepiento de haberle querido hacer un bien a alguien, me arrepiento del quilombo en el que me metió» Nisman por haberle pedirle el arma.

No obstante, recordó que en su momento vio como «algo lógico» el pedido del fiscal frente al «miedo que dijo que tenía por la seguridad de sus hijas».

Además, admitió que «vivir con una tobillera (electrónica) es un calvario» y sobre las causas de la muerte del ex titular de la UFI-Amia dijo que le «cuesta mucho pensar en un suicidio pero mucho más cuesta pensar en dos personas adentro de un baño», en referencia al peritaje realizado por la Gendarmería Nacional.

«Yo debería salir como entré -de la causa-, como una persona normal, y esto debería pasar por el bien del país porque metiendo preso a Diego no resolvemos el caso Nisman», finalizó.