Por orden del juez Vera Barros, personal de Gendarmería nacional llevó adelante un procedimiento este jueves a la noche en el que se allanó la comisaría 7ª de Rosario, en el marco de la causa por la muerte de Franco Casco.

El joven de Florencio Varela estuvo detenido en esa seccional antes de desaparecer por 24 días y ser encontrado sin vida flotando en el río Paraná, en octubre del año pasado.

La fiscalía regional que había tenido participación en primera instancia, remitió informes y pruebas a la Justicia Federal que continuó la causa y concluyó con el operativo de los uniformados federales.

En el lugar se hizo presente el representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Santiago Bereciartua, quién reveló que se secuestró material informático y teléfonos móviles del personal policial que se encontraba en funciones en el momento en el que se produjo la desaparición de Casco. Además, se realizó una inspección ocular de la repartición policial para asegurar la medida.

Por su lado, el doctor Vera manifestó su conformidad con el procedimiento, puesto que consideró que «era necesario que se llevara a cabo», para hacerse del material que tiene especial «relevancia para la causa». Seguidamente, precisó que las pruebas que surjan vinculadas con la «inspección ocular», servirán para determinar «cuestiones que devienen de otro material probatorio que ya se encuentra incorporado a la causa».

También estuvo en la comisaria 7ª el abogado de la mamá de Casco, Elsa Godoy.

Cabe recordar que el caso se inició cuando el joven de Florencio Varela vino a Rosario a visitar a su familia y desapareció el 6 de octubre de 2014.

Foto: Florencia Vizzi