El juez federal Sebastián Casanello elevó hoy a juicio oral la causa por presunto enriquecimiento ilícito contra el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, quien se encuentra detenido en Ezeiza por la compra irregular de trenes a Europa.

El magistrado declaró la clausura de la instrucción, tal cual había solicitado el fiscal federal Carlos Rívolo, llevando también a juicio al resto de los imputados, el ex asesor de Jaime Manuel Vázquez, su ex esposa Silvia Reyss, su hermano Eduardo Jaime y otras 11 personas, entre ellas, familiares del ex funcionario y empresarios.

El ex secretario de Transporte fue investigado por enriquecimiento ilícito producto de su paso por la función pública entre 2003 y 2009, acusado concretamente por la adquisición de 29 bienes, entre ellos, varios autos de lujo e inmuebles.

En su fallo, Casanello advirtió que al momento de ejercer su descargo, Jaime «no ensayó ninguna defensa entorno a las explicaciones y vinculaciones expuestas entre él, los bienes y sus titulares; aún pese a no estar registrado como titular de los mismos ni ser parte de las empresas que los adquirieron, precisamente por el disimulo de su incremento patrimonial a través de personas interpuestas».

«Concretamente, se desprende con la claridad que esta etapa procesal requiere que Manuel Vázquez Garea, Julián Vázquez, Nina Lozeva, Hugo Álvarez Picasso, Silvano del Carmen Mazzucchelli, Ignacio Soba Rojo, Silvia Reyss, Lorena Jayo, Agostina Jayo, Alfredo Pielach, Lisandro López, Eduardo Jaime, Graciela Vigna y Norberto Ledantes participaron en la adquisición de los bienes en cuestión, que en realidad integraban el patrimonio oculto de Ricardo Jaime quien a la fecha de las adquisiciones ya se desempeñaba como secretario de Transporte», indicó el juez.

Casanello agregó que estas maniobras «habrían permitido al nombrado disimular su enriquecimiento ilícito» y detalló los bienes que supuestamente serían de Jaime.

«Las pruebas recabadas en esta instancia indican que la intervención de los nombrados conformó un aporte esencial en la adquisición de aquellos bienes. Es decir, todas las constancias recabadas en la presente permiten concluir que el verdadero dueño, oculto detrás de quien prestó el nombre para la operación de compra de los bienes, no era otro que Ricardo Jaime, quien tenía la capacidad económica real e ilícita pero no tenía la posibilidad de figurar como verdadero dueño debido al carácter espurio su enriquecimiento», apuntó en su fallo.

Y agregó: «Entiendo que el acervo probatorio reunido durante la instrucción y condensado en los instrumentos acusatorios aquí evaluados, permiten conformar un plexo suficiente para elevar la causa a juicio».

Jaime fue condenado en diciembre pasado por la tragedia ferroviaria de Once a seis años de prisión, comprensiva de otras dos que había recibido antes, una por sustracción de pruebas en un allanamiento y la otra por recibir dádivas transformadas en viajes y alquileres de departamentos.

En abril pasado, fue detenido en el penal de Ezeiza por una causa en la que se lo acusa por la compra irregular de material ferroviario inutilizable a España y Portugal.

Actualmente, está embargado por 40 millones de pesos y la justicia argentina intenta repatriar un barco que se sospecha que también es de su propiedad y que aún sigue anclado en las costas de Uruguay.

Mientras tanto, Jaime y su hija Julieta seguirán siendo investigados por la compra de una moto SSP matricula TIGR0165 marca Rotax: para la Fiscalía «el verdadero dueño de dicho artefacto deportivo» sería el ex funcionario.