La fiscal italiana Donata Costa pidió a los jueces del tribunal de la séptima sección penal de Milán que fijen una condena de cuatro años y seis meses para los accionistas y directivos de Techint, Paolo Rocca, Gianfelice Rocca y Roberto Bonatti. Los tres son acusados del delito de corrupción internacional, de acuerdo con el alegato presentado en la audiencia de este martes.

La información fue publicada por la periodista Emilia Delfino en ElDiarioAr y marca que los hermanos Rocca y Bonatti -primo de ambos- están acusados en Italia de haber ordenado el pago de sobornos al entonces gerente de Servicios de Petrobras, Renato Duque, hombre que admitió haber recibido las coimas. Lo hizo en octubre pasado durante una videoconferencia que formó parte del juicio oral y público. En Brasil ya tiene condena por estos mismos hechos.

La fiscal de Italia también solicitó que los jueces establezcan una multa de 1.239.200 euros a San Faustin, la sociedad del holding del grupo Techint digitada por los Rocca y Bonatti. Además pidió que ordenen el decomiso de 6.592.891 euros, «suma correspondiente a la dinero entregado al funcionario público», en referencia a Duque.

La investigación nació en 2015, cuando las autoridades de Brasil avanzaban con el Lava Jato y comunicaron al Ministerio de Justicia de Italia que Techint había “participado en sobornos a ejecutivos de la estatal Petrobras, de la que obtuvieron contratos por el pago de sobornos”, según explicó la fiscal en su alegato.

El juicio oral y público transita las últimas instancias. Se espera -cuenta ElDiarioAr- que la defensa de los empresarios y de San Faustin, que lleva adelante el estudio jurídico Mucciarelli, presente su alegato el martes 19 de abril y que el veredicto del tribunal llegue el 26 del mismo mes.

A lo largo de su alegato de cinco horas y media, la representante del Ministerio Público Fiscal de Milán repasó las pruebas recolectadas durante la investigación que inició en 2015 y que ella integró junto a sus colegas Fabio De Pasquale e Isidoro Palma; volvió a exponer la documentación bancaria otorgada por las autoridades de Suiza; y brindó detalles de cómo se instrumentaron los veinte pagos al exgerente de la petrolera pública de Brasil.

De esta manera, los Rocca, Bonatti y la sociedad que controla todas las empresas del grupo Techint -San Faustin- están acusados de pagar sobornos por más de 6,5 millones de euros a Duque entre 2009 y 2013. Según la acusación difundida por Delfino, a cambio la subsidiaria de Tenaris en Brasil (Confab) recibió contratos directos para vender a Petrobras tubos de acero sin costura por más de 1.400 millones de euros.

Cabe destacar que, si bien en Italia las personas condenadas a penas mayores a cuatro años deben cumplirlas en la cárcel, las edades avanzadas de los Rocca y Bonatti los favorecerían en caso de recibir una condena. Como muestra sirve el caso de Paolo Rocca. El magnate del acero cumple 70 años en octubre y es el más joven de los tres.

La fiscal Costa habló ante el tribunal de los supuestos cómplices de los tres empresarios acusados y los definió como miembros de «grupos criminales que operan en varios Estados» como Italia, Suiza, Argentina y Brasil. En esa línea identificó en el «grupo 1 brasilero» a Duque y quienes colaboraron con el para montar una estructura offshore para canalizar los pagos de Techint y blanquear el dinero.

En un segundo conjunto, «el grupo 2 argentino/uruguayo», Costa describió la participación central de Héctor Alberto Zabaleta, exdirector de Administración Techint en Buenos Aires y uno de los hombres del círculo íntimo de la familia Rocca. A éste se habrían sumado otros dos hombres públicos de la multinacional ítalo-argentina, el uruguayo Enrico Fabián Repetto Mariño y el abogado de Techint en Argentina, Fernando Mantilla.

Según narra ElDiarioAr, a través de testigos de parte, la defensa ha planteado que Confab tenía autonomía, separando así el pago de sobornos del holding y los accionistas y directivos del grupo.

Ninguno de los directivos de Confab e intermediarios brasileños han reconocido la comisión de delitos. Actualmente están siendo juzgados en Curitiba, Brasil, por estos mismos hechos.

El juez Natale ordenó el inicio del juicio público contra los Rocca y Bonatti en febrero de 2020. Se espera un veredicto del tribunal de Milán para el 26 de abril (Fuente: ElDiarioAr)

Costa sostuvo ante el tribunal que San Faustin “ha creado fondos negros para hacer frente a los pagos corruptos” porque era justamente la sociedad holding del grupo Techint que no estaba “sujeta a los principios de gobierno corporativo de los mercados regulados”, ya que compañías como Tenaris cotizan en las bolsas de Nueva York y Milán y deben rendir cuentas de todo lo que deciden a sus accionistas e inversionistas. Pero San Faustin, desde sus oficinas en Lugano, Suiza, estaba fuera del radar y de los controles.

La fiscal italiana indicó: “Esto es posible porque a pesar de tener el tamaño descrito en la parte de consultoría técnica y estar formada por empresas que cotizan en los principales mercados regulados, el grupo Techint sigue siendo propiedad de unas pocas familias, mejor dicho, de una familia extensa, compuesta por los descendientes de Agostino Rocca. Por ello, la propiedad del grupo puede ‘autotributarse’ para obtener beneficios para las filiales, e indirectamente para la holding y para los accionistas”.

San Faustin conduce directamente a los Rocca y Bonatti, ya que éstos, además de accionistas, ocupan cargos clave en la sociedad madre del grupo como como presidente, vicepresidente y titular de la Junta de directores.

Un testigo que asistió durante 26 años a los Ceos de Techint (el fallecido Roberto Rocca, Paolo y Gianfelice), PIerluigi Molajoni, dijo declaró en el juicio que “en el caso de San Faustin no hubiera existido ningún canal para poder adquirir acciones del grupo que no fueran relaciones personales, digamos, pudieran ser familiares o de amistad”, ya que se trata de una organización privada que controla a todo el grupo multinacional y a su vez a las offshore utilizadas para pagar “beneficios ilícitos” a Duque.

Las cuentas bancarias de las offshore -reconstruyó Costa- que se usaron para el pago de sobornos se alimentaban de otra cuenta a nombre de la sociedad Sitionex e “inequívocamente atribuible a los fondos personales de los accionistas, se realizaban transferencias a las cuentas que integraban los fondos negros del grupo San Faustin”, alegó Costa. Es decir, que desde la misma cuenta que se depositaban, por ejemplo, dos tarjetas de crédito a nombre de Gianfelice Rocca también se fondeaba a las sociedades que pagarían las coimas a Duque.

Según el ranking de la revista Forbes, los Rocca integran una de las veinte familias más adineradas del país.