Tres policías del Comando Radioeléctrico de la localidad santafesina de Villa Gobernador Gálvez fueron condenados a penas de entre 5 y 20 años y medio de prisión efectiva por haber asesinado a balazos a un joven durante una persecución registrada en marzo del año pasado.

Las condenas se resolvieron durante un juicio abreviado y alcanzaron a los policías Roberto Antonio Pereyra, de 35 años, Nelson Iván Canella de 33 y Virginia Itatí Espinosa de 29.

Los dos policías hombres fueron condenados a 20 años y seis meses de prisión efectiva al ser encontrados culpables de los delitos de homicidio simple y lesiones leves agravadas por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio agravada en concurso real en calidad de coautores.

En tanto la mujer policía, recibió la pena de cinco años de prisión efectiva e inhabilitación para ejercer cargos públicos por los delitos de encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

En la audiencia, presidida por el Juez Javier Beltramone y los vocales Raquel Cosgaya y Roxana Bernardelli, quedó demostrado que la madrugada del 3 de marzo de 2014, en una persecución que los fiscales Adrian Spelta y Miguel Moreno calificaron como «innecesaria», los policías mataron con su arma reglamentaria a Gabriel Riquelme, de  20 años de edad.

La víctima viajaba en la parte trasera de un automóvil junto a otros tres amigos cuando sorpresivamente comenzó una persecución desde otro vehículo particular en el que se trasladaban cuatro policías vestidos de civil y franco de servicio del Comando Radioeléctrico de la localidad santafesina de Villa Gobernador Gálvez, donde prestaban servicios.

Según la pesquisa, los efectivos abrieron fuego a mansalva con un arma reglamentaria, circunstancia en la que fue herido de dos balazos en la nuca Riquelme y una chica que también viajaba en la parte trasera del vehículo atacado.

Tras el episodio, en el mismo auto, Riquelme fue traslado a un hospital de Rosario, pero llegó sin vida, mientras que su amiga fue asistida.

Según la exposición del fiscal Spelta, el policía Canella manejaba el vehículo de propiedad de la mujer policía que iba en el asiento de atrás.

Para los investigadores, Canella le pasó el arma reglamentaria a su acompañante, el policía Pereyra, y éste desde la ventanilla abrió fuego en contra del auto donde iban los cuatro jóvenes, quienes regresaban a Villa Gobernador Gálvez luego de ir a bailar a un boliche de Rosario.

Casi dos días después, los policías se presentaron ante sus superiores, entregaron sus armas y credenciales y señalaron que la persecución se había iniciado porque desde el otro auto uno de sus ocupantes había «exhibido un arma de fuego» y ellos dispararon «al aire» sólo para amedrentarlos. Inmediatamente los cuatro policías quedaron detenidos y sometidos a proceso.

En julio del año pasado, uno de esos efectivos, Julián González, de 29 años, fue sometido a un juicio abreviado en el que fue condenado a tres años de prisión en suspenso por incumplimiento agravado de los deberes de funcionario público.

En tanto los restantes fueron condenados recién ayer al cabo de otro proceso. El fiscal Spelta dijo “que los condenados serán alojados en el penal de Piñero, aunque en un pabellón especial para miembros de fuerzas de seguridad”.

Foto: Salvador Hamoui