El cuerpo sin vida de Daniela Cejas fue encontrado el 19 de enero de 2020 en la sede de Generar, una ONG con sede en Santa Fe, a la que la trabajadora social dedicaba la mayor parte de su tiempo, dedicada a asistir a la víctimas de violencia de género. La noche anterior al hallazgo, Daniela fue golpeada y asfixiada. Por ese crimen fue condenado Eduardo Javier Sen, un hombre de 51 años que trabajaba con ella en la organización y con quien mantenía una relación sentimental.

El Tribunal conformado por los jueces Nicolás Falkenberg, Pablo Ruiz Staiger y Leandro Lazzarini resolvieron, por unanimidad, condenar a Sen por el delito de homicidio doblemente agravado, por el vínculo  y por haber sido cometido por un hombre en contra de una mujer mediando violencia de género.

El crimen

El femicidio de Cejas fue cometido entre las 21 y las 23 del sábado 18 de enero de 2020, en la sede de la asociación civil Generar ubicada en 4 de Enero al 6600. La entidad lleva a cabo acciones en contra de la violencia de género y, al momento del ilícito, la víctima era la vicepresidenta.

“En los primeros momentos, no era evidente que se trataba de una muerte violenta. Hubo que esperar los resultados de la autopsia, de estudios médicos y de otros complementarios”, precisó la fiscal Ana Laura Gioria. “No obstante ello, desde el primer momento, la investigación fue encarada como un posible femicidio”, agregó.

En tal sentido, la funcionaria judicial señaló que “el acusado siempre actuó con la intención de quitarle la vida a Daniela. La atacó con golpes de puño y la asfixió a través de maniobras compresivas sobre el cuello y las cervicales”.

Cínico y perverso

En cuanto a cómo se llegó a la identidad del autor del femicidio, Gioria apuntó que fue a partir de los testimonios del círculo más íntimo de Daniela. «Llegamos al acusado a partir del aporte que realizaron testigos, que dieron cuenta  de que estaba transitando una separación en buenos términos de su esposo y que estaba manteniendo una relación sentimental con una persona allegada».

Esos testimonios permitieron confirmar que el ataque fue cometido «en un claro contexto de violencia de género». «En tal sentido, avanzamos con la detención del condenado, su imputación y posterior acusación”, destacó Gioria.

Por último, la fiscal también se refirió a la conducta de Sen luego de cometer el delito. “Fue cínico y perverso, porque se acercó a los seres queridos de Daniela, incomodándolos, eso es algo que todos nos dijeron, que era una situación realmente incómoda porque no lo conocían,   asistió al velorio de ella y hasta colaboró y participó en las marchas organizadas por Generar para pedir Justicia”, concluyó la fiscal.