Foto: MPA. El fiscal Alejandro Benítez en conferencia de prensa.

 

Un médico de 54 años fue condenado a seis años de prisión y a la inhabilitación de por vida para ejercer su profesión luego de que fuera encontrado culpable de los delitos de “abuso sexual simple y abuso sexual gravemente ultrajante” contra dos adolescentes cuando se desempeñaba en la guardia del Centro de Atención Médica (CAM) de San Jerónimo Norte. Así lo resolvió este viernes un Tribunal de Santa Fe integrado por los magistrados Nicolás Falkenberg, José Luis García Troiano y Néstor Pereyra tras la finalización del juicio que comenzó el pasado lunes y que se llevó a cabo sin público.

El condenado es Miguel Marchisio, de 54 años, quien al momento de ser denunciado a fines de 2019 se desempeñaba como médico generalista del CAM.

Los representantes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) que intervinieron durante todo el proceso fueron los fiscales Alejandro Benítez y Celeste Minniti quienes habían solicitado una pena de ocho años de prisión.

El Tribunal resolvió a condenar a seis años y la inhibición legal perpetua para el ejercicio de la medicina del acusado.

“Entendemos que es una pena muy justa y valorable” dijo la fiscal Minitti tras conocer el resultado del fallo judicial, aunque sin contar aún con los fundamentos del mismo.

La fiscal señaló que están “conformes”, ya que “quedó demostrado con las pruebas que se presentaron durante el juicio por parte del MPA de que los hechos fueron cometidos conforme la Fiscalía lo había acusado”.

Debate a puertas cerradas

Durante el debate, que se llevó a cabo a puertas cerradas, declararon 15 testigos. “Fueron los que estuvieron presentes, lógicamente no en la atención, porque convengamos que en este tipo de delitos se los llama privados, ocurre entre cuatro paredes y siempre está la víctima a solas con el acusado”, refirió Minitti.

La fiscal agregó que las víctimas tenían temor en denunciar: “Ninguna de ellas quería efectivizar una denuncia, justamente por el temor y la vergüenza que les causaba denunciar a una persona que tiene algún tipo de relevancia dentro de una comunidad pequeña”.

“Todo eso, además, sumado a evidencia documental que existe donde se da cuenta de esas atenciones, del tiempo de esas visitas y el modo en que se daban, fue sumando material probatorio para el Tribunal para poder arribar a una condena”, dijo Minitti.

Por su parte, Benítez refirió que los hechos ocurrieron en ocasión de que las víctimas, de 16 y 18 años, en un “estado de necesidad de atención médica, concurrieron al CAM de San Jerónimo Norte en donde fueron atendida por el condenado” y que “en el transcurso de esa atención ocurrieron los abusos que probamos oportunamente en este juicio”.