Durante los últimos meses Rosario vivió una ola de atentados contra instituciones públicas que generaron conmoción y miedo. Sobre todo, las balaceras contra escuelas, comisarías y el Servicio Penitenciario. Por algunos de esos ataques, comenzó este miércoles la audiencia imputativa contra un recluso alojado en el penal federal de Ezeiza, Francisco Ezequiel «Fran» Riquelme y otros tres cómplices. Alexis David A., Eric Gabriel E., Kevin S.

Los fiscales Valeria Haurigot y Franco Carbone les achacan las balaceras contra las escuelas José Mármol y Rosa Ziperovich perpetrados el pasado 8 de abril y 23 de mayo, y los ataques contra el Complejo Penitenciario de Rosario (Order) y la Comisaría 16ª, que tuvieron lugar el 29 de mayo y contra la Comisaría 20ª, ocurrido al día siguiente.  Además, un hecho de abuso de armas y amenazas en la zona noroeste de la ciudad.

Los funcionarios judiciales los acusarán de los delitos de intimidación pública agravada por empleo de arma de fuego, amenazas coactivas calificadas por el empleo de armas, por ser anónimas y por tener como propósito la obtención de alguna medida o concesión por parte de miembros de un poder público, abuso de armas, daño agravado por empleo de arma de fuego y calificado por tener como fin impedir el libre ejercicio de la autoridad y por haberse ejecutado contra bienes de uso público y encubrimiento.

Francisco Riquelme está sindicado como el instigador de todos los ataques, en tanto que, el resto de los imputados, están acusados de ser los autores materiales  y partícipes de dos de los ataques.

De acuerdo a la acusación, hubo dos motivos principales detrás de los atentados: por un lado, conseguir la suficiente conmoción para mediatizar los hechos para hacer llegar mensajes (los carteles dejados en los lugares baleados) a una banda rival. Por otro, sobre todo los ataques a las comisarías y al Order, enviar mensajes a las autoridades del Servicio Penitenciario (cabe recordar que en la balacera del 23 de mayo contra el complejo Ziperovich, se dejó una nota con los apellidos de tres agentes del Servicio Penitenciario) para influir en el tratamiento y condiciones de detención de Riquelme.

Allanamientos en Empalme y Ludueña

Para dar con los integrantes de la banda del Clan Riquelme, se realizaron múltiples allanamientos en los barrios rosarinos de Ludueña y Empalme Graneros. Cabe destacar que esta banda está acusada de cometer balaceras mafiosas –algunas de ellas contra escuelas– y cometer homicidios en la zona.

La banda estaría liderada por Francisco Ezequiel “Fran” Riquelme, quien se hace llamar “el Pablo Escobar de Empalme” y se encuentra preso en la cárcel de Coronda por el delito de asociación Ilícita y por la tentativa de homicidio contra Mariana Ortigala, la testigo protegida del juicio contra el narco Esteban Alvarado.

A Riquelme se lo acusa de reclutar sicarios y ordenar extorsiones, al tiempo que está sospechado de ser el responsable de las balaceras contra el servicio penitenciario, la escuela Rosa Ziporovich y seccionales policiales.

Uno de los allanamientos para dar con los integrantes de esta banda se realizó en calle la República al 2400, donde fue detenido uno de los principales miembros del clan y se le encontró una gran cantidad de dinero, proyectiles, un auto y una moto.

En una casa de pasillo de Formosa al 300 bis se encontraban más miembros de la banda y al revisar el lugar se encontró marihuana y balas de distintos calibres.
Como resultado del operativo se secuestraron varios proyectiles, tres autos, una moto, celulares, 1.000.000 de pesos, marihuana y cuadernos con anotaciones.

En total se detuvo a cinco miembros de la banda quienes fueron traslados a la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y puestos a disposición de la justicia.

El operativo fue realizado por la AIC, en colaboración con los grupos especiales G.I.R.I, P.A.T, T.O.E y G.O.T del Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe.