Nicolás Carrizo, acusado de haber sido partícipe secundario del atentado contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se quebró este miércoles al afirmar que «jamás mataría a una persona» y que no tiene nada en contra de la entonces vicepresidenta, a quien le pidió perdón.

Carrizo está acusado de haber participado en el intento de asesinato a partir de una serie de mensajes de WhatsApp, en los que daba detalles sobre el intento de magnicidio. Tenía un emprendimiento de venta de copos de azúcar y era el jefe de Brenda Uliarte y de Fernando Sabag Montiel, los otros dos detenidos en la causa.

Carrizo y Uliarte debían declarar este miércoles, en el marco de la segunda audiencia del juicio oral y público por el atentado contra la expresidenta.

La acusada de haber sido coautora del frustrado magnicidio junto a Sabag Montiel, su entonces pareja, tenía que hablar antes que el líder del grupo de los «copitos», pero interrumpió su exposición tras alegar que no se sentía bien.

>>Te puede interesar: Atentado contra Cristina Kirchner: Sabag Montiel aseguró que «quería matarla»

A lo largo de su exposición, Carrizo dio detalles de cómo se inició en el negocio de los copos de azúcar y de cuándo y cómo conoció a Sabag Montiel y a Uliarte, rechazó haber tenido cualquier interés por la política y aseguró que los mensajes que lo involucraron en el caso formaban parte de «una joda».

«Yo cometí dos errores: mandar los mensajes y ayudar a Brenda Uliarte, pero yo no tengo nada en contra de Cristina, yo jamás mataría a una persona. Es una locura. Mis objetivos son otra cosa. Ni en pedo me voy a meter en algo así», declaró el acusado ante el Tribunal Oral Federal 6.

Además, agregó que «la gente que me conoce sabe que yo jamás me metería en nada para matar a una persona. Le quiero pedir perdón a la señora Kirchner, nunca imaginé que iba a terminar involucrado en esto».