Por Alejandra Ojeda Garnero

¿Otro potencial asesino anónimo asecha el centro rosarino? Un joven resultó gravemente herido en la cabeza al recibir un fuerte impacto producto de la caída de un objeto contundente arrojado desde un edificio ubicado en Corrientes al 600. El o los autores del hecho no fueron identificados, como tampoco el inmueble desde donde fue arrojado el objeto. La víctima de 30 años fue asistida por personal del Sies y en la comisaría no le tomaron la denuncia. Un caso similar al del bar La Chamuyera que, si las autoridades no toman cartas en el asunto, puede terminar en una tragedia igual o peor, porque no es la primera vez que sucede. En este caso quien se llevó la peor parte fue Emiliano quien le contó a Conclusión la terrible experiencia que vivió.

Un grupo de amigos, tres chicas y un chico, salió de un bar de Corrientes y San Lorenzo apenas pasada la medianoche de este viernes, luego de festejar el cumpleaños de una amiga. Caminaron por Corrientes hacia el sur, en una noche que parecía normal y tranquila para un reencuentro de amigos que se aprestaban a pasar un buen momento tras varios meses sin verse. Pero a pocos metros del bar, a la altura del 650 el destino le jugó una mala pasada, que pudo terminar en tragedia.

Un balde plástico con un contenido viscoso (pegamento para revestimiento a base de papel, según indica el envase) cayó y explotó sobre la cabeza de uno de ellos, Emiliano, salpicando al resto del grupo con el producto. El pánico se apoderó de los jóvenes. Emiliano herido, mareado y aturdido por el gran golpe comenzó a tambalear hasta cruzar la calle Corrientes en medio de los autos, que tal vez pensaban que se trataba de un chico en estado de ebriedad, hasta quedar tendido en la vereda opuesta.

Invadidos por el miedo y la preocupación sobre las consecuencias del golpe y el estado de Emiliano una de las chicas llamó al 911 para pedir una ambulancia y la presencia policial. El Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) tardó aproximadamente 30 minutos en llegar y no lo atendieron de la mejor manera.

Al observar lo ocurrido, vecinos de la zona se acercaron a brindar ayuda y manifestaron que no es la primera vez que ocurre esto y que 15 minutos antes dos personas habían pasado por el mismo lugar y objetos que no lograron identificar cayeron a pocos centímetros de ellos. Al parecer se trataría de piedras, aunque en la escena se observó otro balde de las mismas características y un huevo.

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Efectivos de la policía motorizada se acercaron en pocos minutos, les tomaron los datos y expusieron lo sucedido, pero los agentes sólo se limitaron a acompañarlos hasta la llegada de la ambulancia e indicarles que debían hacer la denuncia en sede policial.

Emiliano seguía convaleciente, fue asistido por los médicos del Sies quienes bastante ofuscados le realizaron los controles de rigor y se retiraron del lugar. No observaron cortes en la cabeza, pero el golpe dejó al joven tendido en el piso, muy dolorido y con una contusión importante.

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Tras retirarse la ambulancia, las tres amigas llevaron a Emiliano en taxi al hospital Provincial donde le realizaron placas radiográficas y controles para descartar un daño mayor. Pasadas las 3 de la madrugada le dieron el alta.

En ese momento, Emiliano se dirigió hacia la comisaría 2ª pero grande fue su sorpresa cuando le dijeron que no podían tomarle la denuncia porque no se encontraba el sumariante y que debía volver el martes, fecha en la que vuelve el agente.

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El peregrinar continúa, porque aún no logró realizar la denuncia ni encontrar al responsable de semejante acto homicida. Pero no sólo le preocupa lo que le sucedió a él o le pudo suceder a cualquiera de las tres amigas que lo acompañaban en ese momento.

El pedido de Emiliano apunta a que «hay que hacer algo porque esa persona va a matar a alguien. Más tarde pasé y había botellas tiradas, de todo. Es una locura», concluyó.

Por otra parte, alguien tendrá que hacerse cargo de los daños causados.