Dos policías que eran investigados por difundir el video el asesinato del dueño de un supermercado chino fueron llevados a la Justicia pero solo uno de ellos fue imputado por los delitos de violación de secretos y de la privacidad, revelación de secretos de información oficial e incumplimiento de los deberes de funcionario público y deberá cumplir con reglas de conducta. El otro uniformado quedó en libertad por falta de evidencia probatoria.
El Ministerio Público de la Acusación informó que uno de los dos policías investigados quedó en libertad antes del comienzo de la audiencia imputativa por falta de evidencias probatorias.
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Luego, se llevó a cabo la audiencia imputativa al otro policía por los delitos de violación de secretos y de la privacidad, revelación de secretos de información oficial falsedad ideológica de instrumento público, e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
La fiscal Paola Aguirre de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos imputó a L.E.C. el hecho ocurrido el pasado 10 de marzo a las 9.20 en Juan XXIII y Pasaje 1854, donde se había producido el homicidio de un comerciante de origen chino. El uniformado grabó con su teléfono celular las imágenes registradas por las cámaras de seguridad privadas existentes en el lugar del homicidio, para luego difundirlas vía WhatsApp, generando la difusión masiva del hecho.
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El juez Nicolás Vico Gimena aceptó la imputación de la Fiscalía y dispuso la libertad del imputado, aunque le impuso reglas de conducta, por lo tanto deberá presentarse quincenalmente a firmar ante la Oficina de Gestión Judicial. Además no podrá acercarse al lugar del hecho, y a todo aquel personal policial que haya participado del procedimiento.
